TURISMO

Dos meses que valen un año

Turistas en Ourense
photo_camera Los hosteleros orensanos destacan que el número de visitantes ha aumentado con respecto a años anteriores, beneficiando sus ventas.

El aumento del turismo y el buen tiempo han dejado huella en los locales de hostelería de la ciudad. Julio y agosto cierran un exitoso periodo en el que las terrazas han sido el mayor reclamo para los numerosos visitantes.

El mes de agosto llega a su fin, culminando con uno de los veranos más calurosos que se recuerdan, en el que Ourense ha alcanzado una ocupación turística superior al 70% de capacidad hotelera, un hecho que ha beneficiado a la mayor parte de locales de hostelería y tiendas del centro de la ciudad.

"Este verano ha sido bastante bueno con respecto a otros años, se notó mucho la llegada de turistas", destaca Roberto, del Café Druida, situado en plena Praza Maior. "Con las fiestas de Ourense tuvimos que retirar nuestra terraza, bajando el número de clientes. El día que se celebró la actuación de las Xornadas de Folclore fue uno de los mejores días del verano, no quedaban ninguna mesa libre en la terraza".

Este año, las alertas por calor extremo han sido continuas durante toda la época estival, provocando que muchos locales ourensanos tuviesen que esperar a la llegada de la noche para vivir su mejor momento de la jornada.

"Durante los días de semana solíamos tener mucho trabajo, los sábados y domingos, sobre todo en julio, la clientela bajaba. Este año hizo muy buen tiempo y la gente prefiere escaparse a las playas o las piscinas, en vez de estar en las terrrazas, que sí se llenaban durante la noche", afirma Rubén, propietario del Patio Bar Tamarindo, localizado en la Praza Marior.  "Estar situados en pleno centro de la ciudad ayuda a conseguir más clientes que visitan la ciudad. Este año, además de mucho turista nacional, también llegaron franceses y alemanes".

En la cafetería Gaimola, en el Parque de San Lázaro, también reconocen haber sufrido el efecto del calor y el buen tiempo en sus ventas de este año. "A última hora de la tarde era cuando se empezaba a ver movimiento en las terrazas. Con tanta gente hemos tenido que cerrar más tarde que otros veranos, aunque el volumen de trabajo quizás haya sido algo menor", comenta Miriam, una de las camareras de este céntrico local.
Los conciertos, las actividades culturales y otras fiestas también han sido algo habitual en la agenda veraniega, afectando a los locales que forman parte de la amplia oferta de ocio nocturno que se mantiene en Ourense con la llegada del calor.

"En general, con el verano, la actividad flojea, porque entras en competencia directa con las terrazas de la zona vieja y las fiestas", afirma Jéssica, propietaria del Pub Privee, en la Praza do Correxidor. "Si alguna orquesta famosa toca cerca de la ciudad, ya sabes que esa noche no va a ser buena. También el efecto de las vacaciones se nota mucho, porque durante el invierno sueles tener una clientela fija, que ahora ya no va a venir, y aunque haya turistas no son una gran cantidad". 

Desde establecimientos que se dedican a la venta productos típicos de Ourense, tiendas de ropa o restaurantes, los comerciantes de la ciudad coinciden en el gran beneficio que supuso la alta afluencia de turistas que visitaron la ciudad este año.

Los hoteles de Ourense viven uno de sus mejores años

La llegada de turistas a Ourense durante todo el verano ha producido un gran beneficio para el sector hotelero de la ciudad. Durante el mes de julio, hoteles, paradores y balnearios llegaron a registrar una ocupación mayor que la del pasado año, superando el 70% de su capacidad. Con la llegada del puente del 25 de julio, los establecimientos de la ciudad llegaron a sobrepasar el 90% de ocupación, algunos incluso colgaron el cartel de "completo". Los turistas, familias españolas en su gran mayoría, se mezclaron con algunos peregrinos y visitantes portugueses, alemanes, ingleses, suizos, suecos y franceses; las nacionalidades que más registros presentaron en los hoteles de la ciudad.

En agosto, la demanda de habitaciones en Ourense continuó siendo muy alta. La Vuelta Ciclista a España tuvo varias de sus etapas iniciales en la provincia e hizo posible que los establecimientos hoteleros de la ciudad llegasen a incrementar su ocupación con respecto a años anteriores, gracias a los equipos y ciclistas participantes y los numerosos seguidores de esta prueba deportiva. El verano de 2016 se despide con un aumento del 3% en la ocupación hotelera con respecto a hace seis veranos. Desde los años anteriores a la llegada de la crisis económica, no se registraba en la provincia un aumento tan importante del turismo extranjero. Los organismos del sector turístico están de acuerdo al valorar este año como fundamental para la consolidación de la oferta turística de Ourense.

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