Si suelen o solían ir a misa, sabrán que es algo como muy serio, solemne, lento, parecido a un mnólogo teatral donde el único que habla es el cura
Paseando un día a la busca de sitios para recomendarles, me encontré un localcito cuyo cartel rezaba Iglesia Cristiana. Como pensaba que en Ou solo había iglesias católicas – y teniendo en cuenta que la última vez que asistí a una misa fue la del bautizo de mi sobrino, el cual ya se afeita – pensé que sería interesante ver un tipo de “misa” distinto. Y vaya si lo fue.
Si suelen o solían ir a misa, sabrán que es algo como muy serio, solemne, lento, parecido a un monólogo teatral donde el único que habla es el cura y donde la parte musical, con suerte, va acompañada de coros desentonados.
Aquí, sin embargo, es todo real, como si en vez de ser una obra representada mil veces, fuera una reunión donde la gente participa. El hecho de que sea tan real produce dos sensaciones contrapuestas: si crees en lo que cuentan (Dios, Jesús y toda esa gente) debe ser emocionante, como una conmemoración de alguien muy querido o un cumpleaños de alguien que no está. Si no crees, da algo de corte, porque ellos creen absolutamente, así que lo viven con la emoción con la que yo viviría un concierto de Michael Jackson. Con música y todo: tienen guitarras, batería eléctrica, micrófono... Cuando cantan, cantan a lo grande.
En cuanto a los participantes, nada de gente seria, abrigos de visón, o niños repeinaos. Mucho emigrante, gente de clase baja, ex adictos... Todos con un interés tan real que emociona ver sus expresiones. Yo, que nunca he ente dido que en el mundo civilizado haya creencias tan irracionales, disimulaba mal mi alucine. Por eso me quedé en un banquito al fondo donde nadie pudiera ver mi cara de lela. Deberían ir a ver una. Y al salir, en vez de tomar algo, se pueden ir a casa a flipar.
Mira Ourense: A la cama
A pesar de lo que pueda parecerle a quien acostumbra a leer este apartado, las pintadas en las paredes no suelen parecerme muy estéticas. Por otra parte, no soy muy fan del uso del gallego en tales pintadas porque lo asocio, indefectiblemente, a una ideología nacionalista que no acabo de compartir del todo. Y, para terminar, los activismos, revoluciones y demás praxis políticas me dan cierta pereza y, (seguro que porque soy muy superficial) me suenan a un perrof lautismo que no puede parecerme más cansino. Sin embargo (estamos hechos de contradicciones) esta pintada me gusta mucho. Quizá porque la caligrafía es suavecita y redondeada, quizá porque el color azul no es agresivo... O quizá porque esa separación y matización de las esferas pública (rúa), privada (fogar) e íntima (cama) en la relación igualitaria entre hombres y mujeres, me parece una matización imprescindible y sobre la que se debería reflexionar. ¿Están seguros de compartir esa igualdad en las tres esferas?
Dulce Hogar / Furores inesperados
Es agosto. ¿Qué significa que sea agosto? Pues vacaciones, ciudades de costa llenas y de interior vacías, mucho calor, piscinas, playas… Y que después de agosto viene septiembre. Sí, así es y así será por los siglos de los siglos, después de agosto viene septiembre. Y no es por dar mal rollo o ser agorera pero es tontería no darse cuenta de esta gran verdad y, dándose cuenta, suavizar la llegada de septiembre. ¿Cómo? Adelantando tareas.
¿Qué tareas se pueden adelantar para que llegue septiembre y no nos caiga el horror de la vuelta al trabajo encima? Pues muchas. Lo primero (cómo lo saaaben) es hacer una lista con todas ellas. Por ejemplo, domiciliar recibos, hacer una lista de la compra de productos no perecederos (la lista dentro de la lista, un clásico), hacer la susodicha compra, lavar y planchar la ropa de la vuelta a la vida real, cocinar y congelar como para cincuenta, dejar la casa impecable antes de irse de vacaciones…
¿Por qué? ¿Por qué podemos querer tener un septiembre nuevo con más tiempo libre que los anteriores septiembres? Es una buena pregunta pero sí, tengo la respuesta (Inciso: ¿por qué, cuando tengo la respuesta y estoy en un grupo de mujeres me llaman “lista” y en la misma situación en un grupo de hombres, me llaman “listilla”? Grandes misterios. Sigo) La respuesta es que, a lo mejor llega septiembre y a) sienten un furor biológico inesperado y quieren tener hijos: necesitan tiempo; b) sienten un furor existencial inesperado y quieren satisfacer su realización personal: necesitan tiempo; c) sienten un furor intelectual inesperado y quieren retomar o ampliar sus estudios: necesitan tiempo.
¿Ven qué bien haber aprovechado el tiempo en Agosto?
