Tocar los paraísos naturales que ofrece la provincia es posible a través de un paseo en barca.El plan, casi exclusivo de la época estival, permite descubrir paisajes de agua y viñedos en donde habla el silencio o rincones escondidos a tan sólo 10 minutos de la ciudad.
>Paseo en barca en Allariz
Es una de las villas con más encanto de la provincia y ofrece un sinfín de posibilidades para aprovechar el verano. Un paseo en barca es una de ellas. En el embarcadero de la Alameda se pueden alquilar chalanas y dejarse acunar por el río Arnoia mientras se recrea la vista. El paseo acuático se puede combinar con una caminata por el entorno del parque, que ofrece varios rincones de esparcimiento perfectos para una tarde calurosa.
>La imponente Ribeira Sacra
Para los que prefieren embarcaciones más grandes y olvidarse de llevar "el timón", el catamarán es la opción ideal para conocer la magia de la Ribeira Sacra. Una hora y media de viaje por los Cañones del Sil se quedará corta al comprobar la riqueza de nuestro paisaje más representativo. Desde el embarcadero de Santo Estevo se puede acceder a alguna de estas rutas que enamoran la vista: los viñedos, el mirador de Cabezoás, la aguja del Diablo o las figuras en las rocas aparecen durante el trayecto. Los precios de las compañías van desde los doce hasta los quince euros.
>Castrelo de Miño, para todo
La opción más "rústica" es una de las más exitosas en el Club Náutico de Castrelo de Miño. Sólo hace falta saber pedalear y por siete euros un bote será tuyo. Para los amantes de los deportes acuáticos también hay otras opciones como el windsurf o el paderlsurf.
Aunque sin duda, el plan ideal si tienes más de siete amigos es alquilar un catamarán por diez euros. El contraste de los viñedos con el río merece una de esas miradas pausadas.
>Rivela, un rincón feliz
Para descubrir, para pasear y para contemplar. A menos de 10 minutos de la capital nos espera Rivela (Coles) y su pequeño rincón de agua dulce. En el embarcadero del regato Vilanova se pueden alquilar barcas, pero también es posible disfrutar del paisaje a través de alguna de las mesas del chiringuito de verano o del restaurante. Un sendero con una pasarela de madera hasta el embarcadero completan la experiencia del visitante.
>Catamarán de Alberguería
Las vistas al techo de Galicia, Trevinca, son bonitas desde cualquier perspectiva. Una de ellas es a través del modesto catamarán de Santa María de Alberguería, en A Veiga, con capacidad para ocho personas. Por cuatro euros puedes disfrutar de una hora de viaje recorriendo la Illa de Prada y los paisajes que generan los ocho kilómetros de embalse. El catamarán lleva el nombre de Alberguería, el pueblo que quedó sepultado bajo el agua en 1958.
