VERANO

Rebajas: el centro y mi barrio

Ourense. 29-07-15. Local. Fotos verán.
Escaparate de rebaixas na rúa Sto Domingo
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Escaparate en el centro de la ciudad promocionando las segundas rebajas.

La mayoría de las cosas son feas pero cuando encuentras algo bonito, entonces ese algo te sienta como un guante, es baratísimo y no lo tiene nadie más

Me he dicho a mí misma que de esta semana no pasa; que, por bien que me queden mis bermuditas vaqueras (que me quedan muy bien), al final tienen ya siete años y cualquier día, cuando me las quite, van a salir corriendo y tirarse al río. O sea, que me voy de rebajas.

Mis compras tienen dos direcciones: una es “Ourense centro”, cualquier tienda Inditex y similares; la otra es “Ourense mi barrio”, cualquier tienda que tenga de nombre “Modas”, “Confecciones” o similar, y de apellido un nombre de mujer, preferentemente en diminutivo terminado en “y”: “Naty”, “Mary”, “Merchy”, “Loly”...

En “Ourense centro” compro a lo loco y sin pasar por el probador: todo lo que me parece que me puede ir, me lo cojo. Luego pago con tarjeta, me lo llevo a casa y ahí me lo pruebo con calma y con todos los complementos necesarios. Lo que no me convence (80% aprox.) lo devuelvo, me devuelven el dinero a la tarjeta y aquí no ha pasado nada. Excepción hecha de Calzedonia e Intimissim donde no devuelven, cambian. Meh, regular esa política.

En “Ourense mi barrio”, compro con mucho cuidado: la mayoría de las cosas son feas pero cuando encuentras algo bonito, entonces ese algo te sienta como un guante, es baratísimo y no lo tiene nadie más. Pero tienes que asegurarte bien: aquí tampoco devuelven el dinero y como tengas que esperar a cambiarlo por otra cosa que te guste, vas dada.

Luego, como ya saben que comprar es sacrificado, me relajo tomando un desayuno con revistas a la una de la tarde. Si la compra ha sido en Ourense Centro, Solaina o Bohemio, si ha sido en Ourense mi barrio, Bo Proveito o Petiscos. Todos muy recomendables. 

Mira Ourense: Misterios

¿Qué esperan ver bajo este cartel? Pues no, no hay canicas, en realidad, no hay nada: ni un trozo de tierra más aplanado que el resto para jugar. ¿Qué hace aquí este letrero, entonces?, ¿quién lo puso?, ¿para qué?

¿Y el dibujo de los tres puntitos?, ¿es para que si alguien no sabe leer entienda igualmente, en plan jeroglífico? No sé, yo, antes que pensar en canicas, pensaría en el número tres, en una cara de un dado… Pero vale, vamos a poner que pienso en canicas, sigo igual de intrigada: ¿es como una forma de hacer quedadas?, ¿en plan: todos los que jugamos a las canicas nos reunimos aquí aunque no nos conozcamos? ¿Y por qué estaba absolutamente vacío el lugar? Va el chavalín tan contento con sus canicas deseandito hacer nuevos amigos, ¿y se queda allí solo, como un pringao? ¿No sería mejor poner también la hora? Por ejemplo “Cánicas: de 11 a 14”. En fin,  ¿seguirá ahí la semana que viene?, ¿qué edad tendrá la persona que lo pone?

Dulce hogar: Autorecomendarse

¿Saben qué es lo mejor que pueden hacer hoy sin salir de su hogar?, ¿lo saben?, ¿no? Yo se lo voy a decir. Hoy se van a leer esta página de cabo a rabo. Cuando la acaben, seguirán página por página con el resto del periódico, deseando especialmente llegar a la parte central donde está el suplemento cultural “La Revista”. Ahí, tras leer las diferentes páginas que la componen, llegarán con placer a una de las últimas, donde está la sección “Con Buena Letra” donde, por si no lo sabían, les cuento cosas sobre libros que son muy bonitos.

Se leen esta columna con todo su amor y, si no se han leído las anteriores, entran al fabuloso mundo virtual, teclean “La Región” y se leen el “Con Buena Letra” de los jueves anteriores. Así se enterarán de muchas cosas que tienen que ver con los libros y sus vicisitudes: sabrán que el género de autoayuda no siempre es de mala calidad, que hay gente que escribe para que otros se lleven la gloria, que la literatura infantil es tan divertida como la que más, que Joyce escribió cosas más digeribles que el “Ulises”, que Vonnegut era un señor que daba conferencias muy divertidas, que Juan Manuel de Prada usa botas camperas, que Lionel Shriver es una escritora increíblemente buena, que en mi familia ya no se lee a Allende y alguna cosa más. Les recomiendo que hagan esta actividad pertrechados de papel y boli, así se hacen una lista de lecturas que les alegrará el verano. Y parte del otoño. No hagan rimas.

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