Rodas, el agua más fría de España

Sí, las playas en la zona de las Rías Baixas son las más frías de España. Hay días en pleno verano, con temperaturas ambientales que alcanzan los 30ºC, en los que nos encontramos con que las playas están abarrotadas de gente pero es imposible detectar ni una sola alma que se atreva a meterse en el agua.
Este panorama se podía contemplar hace unos días en la mítica playa de Rodas, en las Islas Cíes, la que para muchos -entre ellos el periódico 'The Guardian'-es la mejor playa del mundo. Precisamente en el diario británico, el autor de la lista también quiso hacer una advertencia: “la playa de Rodas parece del Caribe hasta que uno mete el dedo del pie en
el agua y descubre que la temperatura no es la misma.'

Y es que la mejor playa del mundo también es la más fría de España. Esto se debe a que en el mes de agosto, la temperatura de las aguas gallegas, y más concretamente la de las playas de las Rías Altas y las Rías Baixas, puede estar por debajo de los 15 grados de temperatura.

Lo extraño es que, en las mismas fechas y sin ir muy lejos, las aguas de las playas de A Mariña lucense -como en la mítica playa de As Catedrais- alcanzan con tranquilidad los 20ºC. Esta diferencia se hace aún mayor si comparamos las cifras con las playas del Cantábrico, con temperaturas cercanas a los 22ºC.

Y la diferencia alcanza proporciones colosales si el contraste lo realizamos con las playas más cálidas del Mar Mediterráneo. Es el ejemplo de la playa de Ibiza con 27ºC de media, o la playa de Levante en las que el agua puede llegar a los 29ºC de temperatura.
Pero este hecho, que visto así puede parecer el azote del bañista, resulta ser provocado
por el mismo fenómeno que permite que las costas de las Rías Baixas en concreto, y de Galicia en general, sean uno de los ecosistemas marinos más variados y ricos del mundo: El afloramiento costero.

Este fenómeno, que también es conocido con las palabras inglesas 'upwelling' o 'bloom', es el principal causante del enfriamiento de las aguas.
El afloramiento se produce en estas fechas cuando los vientos del Norte y Nordeste -predominantes en el verano en esta zona de Galicia- empujan las aguas superficiales de la zona costera, transportándolas hacia el interior del océano. En el espacio dejado por el movimiento de las aguas costeras se produce el afloramiento de aguas más profundas y más frías. El efecto que el viento ejerce sobre las aguas es fundamental en el afloramiento costero, pero también hay que tener en consideración otros factores como el producido por el movimiento de rotación de la tierra, que también afecta considerablemente al movimiento de las aguas.

Este fenómeno también se produce en Portugal y en varias zonas de la fachada Atlántica, pero los que tienen lugar en las Rias Baixas se llevan la palma. En algunas zonas de la costa gallega los afloramientos costeros son extraordinariamente altos a consecuencia de la elevación de agua desde profundidades comprendidas entre los 100 y 300 metros, que son además aguas mucho más ricas en nutrientes.

Ahora, tras saber la verdad oculta tras las gélidas aguas gallegas, el bañista, en lugar de quejarse, quizá decida celebrarlo con una buena tapa de pulpo.

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