La ruta de hoy nos devuelve al término municipal de Parada de Sil, 62 kilómetros cuadrados en pleno corazón de la Ribeira Sacra, en uno de los municipios con la población más dispersa. Nuestra ruta sigue uno de los senderos circulares homologados. El PRG-98, homologado y denominado Cañón do Sil-Santa Cristina. Su punto de partida está en la misma plaza donde encontramos el monumento al barquilleiro. El barquilleiro era uno de esos oficios tradicionales de las gentes de estas montañas con el que recorrieron el mundo entero, al igual que el afilador. Los barquilleiros de Parada recorrieron media Europa y estaban presentes en las alamedas de la mayoría de las ciudades españolas, ofreciendo barquillos con sus singulares y vistosos cilindros que tenían una ruleta en la tapa superior.
La ruta nos lleva por los paisajes de las angostas gargantas del Sil y por soutos de castaños centenarios.
En la ruta pasaremos por varios bosques de castaños, en los que nos encontraremos con las tradicionales "caracochas", grandes troncos ahuecados por la podredumbre y por las tormentas, que son capaces de cobijar a una persona en una tarde de lluvia y ampararlo del temporal y al mismo tiempo seguir sosteniendo la vida de un castaño centenario.
No será difícil que en este recorrido tengamos ocasión de reconocer lo que se calificó como viticultura heroica. Los viñedos están dispuestos en terrazas, a veces con una pendiente bastante pronunciada, para aprovechar al máximo un espacio que se ve beneficiado por un microclima propio de los cañones, tan propicio para la uva. Al regreso al barquilleiro, una botellita de Ribeira Sacra servirá para celebrar el final de una excursión tan atractiva.
Ruta por las gargantas del Sil y entre castaños centenarios
