Además de su tierra natal, gracias al trabajo ha podido visitar muchas partes del mundo, "las que más me gustaron fueron Dubái y la Isla de Creta", comenta el joven
Si cuando jugaba en la cantera de los Salesianos le hubiesen dicho que representaría a España con menos de 17 años, quizás el pequeño Mazaira no hubiese sido capaz de creérselo. Pero la realidad, muchas veces, supera la ficción, y con solo 16 años el ourensano ya cogía su maleta para irse a Barcelona y hacer lo que más le gusta: jugar al baloncesto. Las cosas no le han ido mal, y ya cuenta con experiencia en los mundiales Sub17, Sub18 y Sub20, además de haber jugado las dos últimas temporadas en liga LEB Oro.
Tras la apretada agenda de entrenamientos y partidos del curso, el verano es el momento perfecto para relajarse. Y si tiene que escoger un destino, no lo duda, la Playa de Nerga, en Cangas do Morrazo (Pontevedra). "Es un sitio muy tranquilo, donde no hay cobertura móvil, y por tanto es un lugar idóneo para escaparase y desconectar de todo", explica el jugador. Un cercano paraíso para todo el que necesita descansar y olvidarse del mundo durante un rato. Mazaira no se olvida de la gastronomía gallega y apunta que "hay un restaurante, justo antes de entrar en la playa, donde hacen unas croquetas de marisco y un arroz caldoso exquisito", del que guarda fotografías en su móvil.
Además de su tierra natal, gracias al trabajo ha podido visitar muchas partes del mundo, "las que más me gustaron fueron Dubái y la Isla de Creta", comenta el joven.
Ahora Mazaira comienza una nueva etapa como jugador del Martorell, ¡mucha suerte!
