Viajando por el Ourense del XIX

Poeta, periodista, escritor, profesor de francés, funcionario, don Arturo Vázquez escribió en el año 1881 una ‘Guía del Viajero en Orense y su provincia’, en la que aporta interesantes datos sobre la ciudad y la provincia de finales del siglo XIX.
Desconozco cuál fue el motivo que llevó a Arturo Vázquez, funcionario, profesor de francés en el Instituto, académico de la Historia, poeta, periodista autor de varios libros, entre ellos un diccionario geográfico-histórico de la provincia y colaborador de Lamas Carvajal, a escribir una ‘Guía del Viajero en Orense y su provincia’, publicada en 1881, el mismo año que llegaba la primera locomotora a Orense y cuando el autor tenía 29 años de edad.

Aunque no se trata de un viaje propiamente dicho, como los anteriormente publicados en esta sección, lo incluyo por tratarse de una guía y, sobre todo, por los muchos e interesantes datos que aporta sobre el Orense de finales del siglo XIX. Como todas las Guía de la época, ésta comienza por situar Orense topográficamente y con los datos esenciales: 8.700 habitantes en la ciudad, de ellos 3.996 varones y 4.764 hembras.

Don Arturo, además de hacer una relación de los monumentos clásicos, como son las iglesias, dedica atención a la Biblioteca Pública, fundada hacía tan solo dos años, en 1879 por don Manuel Feijóo y Río, con 14.342 volúmenes procedentes la mayoría de los conventos de la provincia y que, informa don Arturo, permanece abierta por la noche. Nada menos que 5.488 lectores la habían utilizado ese año.

También llama la atención el autor sobre la estatua del Padre Feijóo, dedicada por los orensanos en 1876, con motivo del segundo centenario del sabio orensano, obra de Juan Soler y de 3,40 metros de altura.

Cuando don Alberto escribía este libro estaban en obras el Palacio Municipal, el Instituto, del que nos informa que había sido fundado en 1845 y que contaba con un buen gabinete de Física e Historia Natural, jardín botánico y campo de cultivos. El Seminario estaba instalado en el antiguo Colegio de los Jesuitas y contaba con una biblioteca de 2.500 volúmenes. Hasta nos da el número de enfermos que ese año fueron atendidos en la inclusa, un total de 147. Cuando habla de la industria de la ciudad, don Alberto señala el vino, la fundición de Malingre, una fábrica de tejas y ladrillos, llamada (Industria Orensana) y la elaboración de chocolate ‘a brazo’.

Las modernas casas de Trives

El recorrido por la provincia lo inicia en Carballiño, ‘con telégrafo, calles anchas y veraneantes’, situando la fábrica de papel de ‘Lousado’ a sólo 4 kilómetros. De Celanova dice que cuenta con excelente Casino y dos fábricas de curtidos. De Xinzo destaca que hay telégrafo, una fábrica de jabón, ‘La Constancia’, propiedad de don José Romero y premiada en París, y fabricación de lienzos. De Ribadavia destaca que cuenta con Hospital municipal, telégrafos, estación de ferrocarril y dos buenas sociedades recreativas.

Llama la atención sobre las modernas casas de Trives, en donde se fabrican tejidos del país, y sobre la bondad de los vinos de Valdeorras, aunque califica de regular la sociedad de recreo del Barco. De Verín sólo nombra el ‘Círculo de la Unión’ y la ‘Sociedad Artesana de Verín.

Don Alberto nos cuenta en su Guía que en la provincia orensana hay minas de oro, estaño, cobre, antimonio y hierro, pero ninguna de ellas está en explotación, aunque ese mismo año se concedieron licencias de explotación en siete minas de Valdeorras a Ricardo Martínez, a una sociedad francesa y a don Justo Rodríguez de Roda. La poca industria que hay la achaca en parte el autor a la escasez de carreteras, ya que sólo hay una de primera categoría, la de Villacastín-Vigo.

La guía incluye una relación de funcionarios públicos y profesionales

Parte curiosa de esta Guía son las páginas dedicadas a darnos el nombre de los funcionarios públicos de las distintas instituciones, además de la lista de abogados en ejercicio, médicos, farmacéuticos, veterinarios, maestros de obras, peritos agrarios, notarios, procuradores y escribanos.

‘El Eco de Orense’ es la única publicación periódica que nombra, además del Café ‘Méndez Núñez’, de la calle del Progreso, y la fonda ‘De Luz’. Asimismo, incluye un nomenclator de todas las calles de la ciudad y el horario de autobuses y ferrocarril.

Un capítulo está dedicado a las Aguas Medicinales, destacando los Baños de las Caldas, a dos kilómetros de la ciudad, que cuenta con edificio nuevo con 15 pilas, sala de duchas y pulverizaciones, habitaciones en alquiler con muebles o vacías, fonda y jardines. Nombra tambien los balnearios de Molgas, Partovia, Sousas, Caldeliñas (con afluencia de portugueses) y Bande, ‘carente de comodidades’.

Como era bastante frecuente en estos años, la Guía dedica sus últimas páginas a publicidad. Los anunciantes son las siguientes empresas orensanas: el almacén de música e instrumentos de don Ramón Valencia, el distribuidor de la máquina de coser Singer, el comercio de ropa del señor Resvie, la relojería de don Indalecio Delage, la sastrería de don Ventura Novoa, el ebanista Cándido Cerreda, la platería de don Enrique Pérez, aguas de Mondariz, el profesor de música don Mariano Pastor y la imprenta A. Otero, de la calle San Miguel, en la que está publicada la Guía, que se vendía a cuatro reales.






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