La distancia ya no será un problema para darle ese deseado beso a tu concubino/a cuando hace tiempo que no lo ves
El nombre del particular invento es "Kissinger" y no, no tiene nada que ver con el antiguo Secretario de Estado estadounidense. Como no podía ser de otra forma se trata de un cachivache asiático que intenta reproducir "la expresión más directa y universal del afecto" - tal y como lo describe Emma Yann Zhang - quen puede presumir de haber colaborado en la producción de este avance tecnológico fuera de lugar.
Tira a la basura tu vieja web-cam y compra esta maravillosa funda que se añade al teléfono móvil como si de un altavoz se tratase. El funcionamiento es sencillo:
En la parte delantera del aparato amoroso sobresale una almohadilla de plástico - material que ayuda a crear ese efecto cálido de los labios de tu pareja- de tal forma que al poner en contacto tus labios con la misma, ofrece a sensación de que se está besando a la otra persona, pese a las distancia.
Juzguen ustedes mismos la efectividad de la invención, que a priori, puede parecer un tanto "fría". No obstante, los asiáticos están encantados. Será que ellos están acostumbrados a este tipo de parafernalias y en occidente somos más de quedar en los bares.
