El pequeño emprendió el "Proyecto Freedom Ride", con el que ayuda a los perros rescatados en diferentes refugios que están a punto de morir o que nadie quiere
Roman McConn es un niño de siete años que ha salvado la vida a más de 1.200 perros a punto de morir. Su hazaña comenzó en 2015, cuando contaba con cuatro años y él y su madre se acercaron a un refugio de animales de Texas para adoptar a un perro. Lo que allí vieron dejó bastante impresionado tanto al pequeño como a su madre y, en lugar de apartar a un lado ese mal recuerdo, decidieron hacer algo para cambiarlo.
Lo primero fue poner en marcha una campaña muy activa en redes sociales para contactar a perros del refugio con "familias para toda la vida". Madre e hijo trabajaron codo con codo, haciendo vídeos, subiéndolos a Internet e involucrándose mucho en el trabajo de voluntariado del refugio.
En los vídeos participaba el propio Roman, quien con sus palabras explicaba la raza del perro, su edad y por qué deberían adoptarlo.
Cuando sus padres se tuvieron que mudar de Texas a Washington, el pequeño convenció a sus progenitores para llevar con ellos a un total de 31 mascotas. Desde su actual ciudad continúo trabajando hasta que hizo real el "Proyecto Freedom Ride", con el que sigue ayudando a los perros rescatados en diferentes refugios de Texas que están a punto de morir o que nadie quiere.
El objetivo del proyecto es encontrarles una familia o un mejor refugio en el Pacífico Noroeste a través de la recaudación de fondos, encargándose ellos del transporte.
Desde que empezó, en el año 2016,"Project Freedom Ride" ha conseguido salvar a 1.200 perros.
