EL CARDIÓLOGO HABLA

El aceite de palma: características y motivos de alarma

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Evitar los alimentos que contengan ceite de palma e implementar aquellos provenientes del aceite de oliva

El aceite de palma es el más utilizado del mundo, por delante del de soja o el de colza. Se obtiene a partir de los frutos de la palma africana (Elaeis guineensis). Dicha palma se cultiva en países tropicales, donde a menudo representa una base importante para las economías locales, así como una materia prima para la industria local. Este aceite se ha convertido en una materia prima usada a nivel global para la elaboración de una gran cantidad de productos alimentarios, tanto es así que la expansión de monocultivos intensivos, como las plantaciones de aceite de palma, especialmente en el sudeste asiático, se ha asociado con la deforestación de los bosques tropicales. Tristemente, más de la mitad de las plantaciones de palma en Indonesia y Malasia están situadas en zonas que previamente eran bosque tropical.

CARACTERÍSTICAS

Este aceite es muy rico en grasas saturadas, por lo que está lejos de ser una alternativa idónea desde el punto de vista del equilibrio nutricional siendo por lo tanto preferible no abusar de él. Es económico, versátil y en un mercado estable. Se puede encontrar en una amplia variedad de platos preparados, helados, salsas, margarinas, galletas, bollería, pizza, chocolates, confitería en general, aperitivos dulces y salados, palitos de pan, etcétera. Podríamos decir que, forma parte de la gran mayoría de alimentos procesados. Hay muchas razones por las que el se ha convertido en el aceite vegetal más consumido del mundo, entre ellas su condición sólida a temperatura ambiente y su textura untuosa, lo que permite sustituir la mantequilla o las grasas hidrogenadas más caras de muchos productos procesados.  Aunque el Reglamento Europeo 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor entró en vigor en Diciembre de 2014, todavía hay  fabricantes y distribuidores de alimentos que evitan su mención en el etiquetado. Además, cuando se hace, puede disfrazarse usando algunos pseudónimos, por ejemplo: aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleina de palma, manteca de palma o haciendo uso del nombre científico de la especie (Elaeis guineensis).

MOTIVOS DE ALARMA

La polémica acontecida en los últimos años se debe a dos motivos fundamentales. El primero se debe a la naturaleza de los ácidos grasos que lo componen. Es una grasa especialmente rica en ácidos grasos saturados, directamente vinculados con el incremento de distintas enfermedades metabólicas, entre ellas la diabetes y la hipercolesterolemia. El segundo motivo se debe a  la manera en la que se procesa el aceite de palma, más peligrosa incluso que la derivada de su composición particular. Recientemente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria publicó un informe relativo a los contaminantes presentes en los aceites vegetales, en él se cobraba un especial protagonismo el carácter genotóxico y carcinogénico de una familia de compuestos denominadas ésteres glicidílicos de ácidos grasos, que se forman por el tratamiento de los aceites vegetales a altas temperaturas (a más de 200ºC), algo habitual en el caso del aceite de palma, ya que este proceso es necesario para eliminar su marcada apariencia rojiza y mejorar su sabor y olor. Por lo tanto, a día de hoy, no se puede establecer un nivel de ingesta seguro. Parece sensato atenerse a las recomendaciones internacionales de que no supere el 10% de la ingesta calórica diaria. 

La evidencia actual aporta cada vez más pruebas sobre el perjuicio potencial que supone el ácido palmítico. Las recientes recomendaciones de la mayor parte de instituciones sanitarias (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la organización mundial de la salud, las recientes Guías Dietéticas para Norteamericanos y ya en España la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética) sugieren evitar en la medida de lo posible el consumo de alimentos portadores de grasas saturadas. Si a esto sumamos el hecho de que cada vez existen más evidencia relatando los efectos beneficiosos del aceite de oliva (véase el estudio español Predimed  en el que se demuestra de forma prospectiva el efecto positivo de la dieta mediterránea en las enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer, depresión, etc), hacen que sea obligado por parte de padres y cuidadores evitar los alimentos que contenga aceite de palma e implementar aquellos provenientes del aceite de oliva. 

Muchas cosas de la vida están fuera de nuestro control pero, al menos debemos tomar el control de aquellas que lo son, con vistas a prevenir y no tener que curar.

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