Manresa, Melilla, Breogán u Oviedo cumplieron que lo que se espera de algunos de los favoritos
Ajustada a pronóstico, que diría quien yo me sé. Quizá las victorias de Araberri o Prat, el líder, podrían haber hecho saltar la banca, pero todo lo demás cuadra dentro de lo lógico. Empezando por las victorias de los claramente favoritos Manresa y Breogán.
Tirar de bola de cristal a estas alturas es temerario y carente de fundamentos. Breogán, Palencia, Melilla o Manresa están obligados y reconocen sus ambiciones, pero en esta liga siempre hay hueco para los cataclismos sin explicación y las sorpresas positivas apuntalas a base méritos complicados de prever.
La LEB Oro ha dado otro paso adelante en nivel y competitividad. Plantillas largas, jugadores de calidad y experiencia en puestos clave. Banquillos con galones y pabellones con buenas entradas. La liga será más bonita, emocionante e imprevisible, pero también más exigente.
Cuesta elegir dos equipos para anclarlos al objetivo de la permanencia, dar un favorito claro al ascenso directo y mucho menos cribar el pelotón para elegir quienes jugarán los play off.
En diez días se jugarán tres jornadas más y ahí se empezarán a analizar con más argumentos qué equipos aspiran a qué cosas esta campaña. Lo que está claro es que ha subido la calidad de la liga y que los aficionados serán los principales beneficiados.
Solo falta que los que deben dirigirla lo hagan con el mismo cariño que le ponen sus clubes. Si se confirman los dos ascenso a la ACB el futuro de esta liga es espléndido ya a corto plazo. Si no... Mejor no pensarlo.
