BALONCESTO | COB

El Araberri y el Magosto

Ourense. 12-11-2016. Cob-Arabarri. Paz
photo_camera Martín Rodríguez penetra a canasta ante la intimidación de John Berhanemeskel

El debutante club alavés sorprendió y fastidió la fiesta en el Pazo de un COB muy ilusionante en los últimos días

La lluvia fastidió ayer el Magosto a -algunos- ourensanos. "Así no se puede estar en el monte", pensarían los más acomodados. El Araberri fastidió el reencuentro del COB y su afición, después de la meritoria victoria lograda en Palma de Mallorca.


¿Debutante? Sí. ¿Mermado por las lesiones y una corta rotación? Sin duda. ¿Inferior bajo el aro contra el potencial del COB? En apariencia. Pero toda la teoría , y a veces cualquier táctica, se desploma en la cancha ante esos factores no escritos ni previstos que pueden decantar un encuentro.


Escribíamos hace unas semanas, contra el Marín, que el equipo de Gonzalo García dominó el partido cuando entendió donde estaba el camino y lo siguió. Podría servir el mismo argumento contra el Araberri, con la diferencia que, en esta ocasión, ni encontró el camino ni pudo seguir otro en línea recta. Se perdió en el abuso del tiro exterior, en la precipitación y en la falta de atención en defensa. 


Quizá era un partido para surtir de balones a Guerra o Wright, o Flis bajo el aro. El caso es que pocos recibieron y menos aprovecharon, mientras el rival anotó canastas de una gran dificultad. Rowley fue el Rowley versión 'buena' de la segunda parte de la temporada pasada en el COB, mientras Mitrovic fue la versión 'casera' de la presente. Ésa que se queda sin anotar en el Pazo después de marcar 22 en Mallorca. Ambos podrían mantener una interesante conversación.

Todo un Castañazo
Decepción mayúscula entre una afición realmente ilusionada por la oportunidad perdida para meterse entre los mejores de la liga. La temporada es muy, muy larga. "De Euroliga", como bien dice el técnico Gonzalo García, a quien una vez más honra el gesto de subastar una pizarra y donar el dinero a la lucha contra el Cáncer. Y si promover la idea está bien, mejor es sustentarla. Un sacrificio que engrandece a José Luis.

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