BALONCESTO / LEB ORO

El COB se quedó corto

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photo_camera Rejón defiende a Mamadou Samb en el Pazo Universitario de Lugo.

El equipo ourensano pasó de dominar el partido en la primera mitad a desaparecer del campo en la segunda y caer con estrépito ante el Breogán 

La duración de un partido es uno de los pocos aspectos previos que no admiten lugar a la sorpresas. Ni 20 ni 30 ni 39. 40 minutos. Y 5 de añadido en cada prórroga que se dispute. Pues ahí es donde erró el COB en un nuevo serial de un derbi que puede tener mayor o menor relevancia pero siempre encumbra al vencedor y genera sarpullidos en el derrotado y en sus seguidores.

El equipo ourensano recitó de memoria la teoría en los días previos pero se quedó en blanco en el examen. Llegar a un final igualado, jugar con los nervios del contrario y dejar que sus alumnos aventajados alzasen la voz en los minutos decisivos.

Lo calcó en los dos primeros cuartos, empezó a titubear en el tercero y se quedó mudo en el último. El COB jugó 25 minutos y así es imposible. Incluso ante un rival que mostró las carencias por las que transita por la competición injustificablemente alejando de donde tiene como objetivo.

En 15 minutos el Breogán pasó de sospechar que se avecinaba tormenta a ponerse el traje de baño y disfrutar de, por fin, un día de playa. Con más o menos méritos pero seguro que sabe a gloria en un equipo tan necesitado de impulsos positivos.

Y es que durante los primeros 20 minutos el COB dominó el partido. Solo sus incuestionables limitaciones en el banquillo le impidieron hacer un destrozo mayor. Mientras la faltas no condicionaron a Rowley el pívot se bastó para compensar la batalla interior y cada vez que Rivero estuvo en pista el perímetro marcó diferencias. Desde su talento se generaron ventajas que Barreiro, Zamora, Kapelan o el propio Rowley aprovecharon para poner las primeras ventajas (17-24) y luego el base, con 10 puntos consecutivos, envió el partido al descanso acorde a los estudiado durante la semana.

Cuatro puntos de ventaja en el marcador (43-47), la sensación de estar jugando a lo que le interesaba y un rival sin continuidad alguna para inquietar. Solo hacía falta seguir el rumbo.

Pero el COB se quedó en el vestuario. El inicio de tercer cuarto fue duro y el último acto, un calvario. Ortega y Samb castigaron bajo los aros en la reanudación y el COB ya llegó al final del acto pidiendo la hora. Rakocevic y Matulionis ejecutaron nada más empezar el último.

El COB jugó 25 minutos y pasó de divertirse a agachar la cabeza. De jugar con criterio a olvidarse del balance defensivo, del rebote, a encadenar pérdidas de balón y a pedir el descabello para evitar más sufrimiento. El Breogán solo tuvo que pegar un poco más en cada bloqueó, empujar un poco más en cada rebote y correr algo más rápido hacia los dos lados del campo para dejar de estar a merced y ponerse el disfraz de titán. 

Lo curioso, es que al COB no debe preocuparle, porque no fue cuestión de actitud, y al Breogán no le sirve para creérselo porque si lo hace no saldrá de una zona en la que no está por casualidad.

cob

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