El conjunto ourensano derrotó al Estudiantes de Lugo por primera vez en su historia y escala hasta el cuarto lugar, empatado a victorias con el tercer clasificado
La temporada del filial del Club Ourense Baloncesto está rozando cotas inesperadas llegados a los meses definitivos de la fase regular en Liga EBA.
El equipo, llamado a mejorar los buenos resultados de la pasada temporada, en los que lograron la permanencia con varias jornadas de adelanto, está rindiendo a nivel sobresaliente y sus victorias en los últimos encuentros invitan a pensar en asumir retos mayores.
Además, el caprichoso calendario, favorable a los de Juan Norat en la segunda vuelta de competición, al disputar más encuentros en el Pazo que a domicilio, hacen crecer la ilusión en el cada vez más abundante público que asiste a los partidos de los jóvenes jugadores del filial.
El último muro que derribaron los ourensanos fue el pasado domingo en la victoria ante el Estudiantes de Lugo, tercer clasificado de la competición.
Un rival que al que los ourensanos nunca habían superado en partido oficial y contra el que habían jugado su peor partido en lo que va de temporada.
El buen encuentro a nivel coral de los ourensanos, con Iglesias, Arriaga y Bulashvili como referentes anotadores y algunas pinceladas de calidad de Colado y Seoane, demuestran su capacidad para pelear por uno de los lugares que dan acceso al playoff de ascenso a la LEB Plata.
Sin Tvalabeishvili, que ya no volverá a Ourense y con Stefanuto lesionado desde un minuto antes del descanso, el filial mostró su potencial y capacidad de lucha, más cuando el encuentro se endureció.
La siguiente parada será lejos del Pazo. El La Flecha de Valladolid, conjunto que no conoce la victoria desde hace cuatro jornadas y que ya perdió en la primera vuelta ante el COB B, medirá las aspiraciones de un equipo llamado a hacer cosas importantes en los partidos que restan.
