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Victoria del COB: ¡Felices fiestas!

Ourense. 20-12-2016. Partido de baloncesto del Cob contra Lleida. Paz
photo_camera Zarko Jukic machaca el aro del Lleida ante el brasileño Leo Demetrio.

El COB cierra el año en el Pazo con una contundente victoria que confirma el gran momento de juego por el que atraviesa y que lo mantiene con los mejores

El COB llega al parón de Navidad crecido. Se mantiene en el grupo de los mejores y, lo más importante, ha pasado de ganar por inercia, detalles o incluso debilidades de rival a hacerlo con suficiencia, equilibrio, nula dependencia y continuidad. El COB se despide del Pazo hasta 2017 y a estas altura de la competición es candidato a todo por el juego que desarrolla. La gasolina que le quede con el paso de las jornadas y lo que evoluciones los contrarios serán otra historia, pero por baloncesto no hay equipo mejor. Varios parecidos, pero ninguno mejor.

El viernes arrinconó al Palencia y ayer sacó del campo a un Lleida que era líder hasta que el COB perdió en el Marta Domínguez. Y lo hizo sin descanso. La demostración de que los resultados están llegando por su propio peso. Perdió la batalla del rebote y firmó un bajo porcentaje en los triples, y aún así ganó con solvencia. Volvió a empequeñecer a un equipo mucho mejor de lo que se vio anoche.

Marín, Rioja, Cáceres y ayer Lleida. Los partidos en el Pazo son incontestables para un COB que los domina con brazo de hierro. Esta vez no fue la excepción. 

Christian Díaz es cada vez más líder, mejor base. Marcó la diferencia cuando miró al aro y cuando no lo hizo. El mejor en una primera mitad en la que su equipo solo perdió un balón en el segundo cuarto. Solo las faltas limitaron la frescura en el juego y dieron aire a un Lleida que sobrevivió desde el tiro libre (lanzó 11 por ninguno del COB) y que llegó a voltear el marcador (29-32). Entonces fueron Hittle y Mitrovic los que acompañaron a Díaz en el protagonismo ofensivo. Antes habían sido Guerra y Flis. Los exteriores fueron más verticales que nunca. Atacaron a sus pares y lideraron un parcial de 12 a 0 premonitorio (41-32).

Segunda mitad

El Lleida había demostrado tener juego y calidad para estar en partido y el COB ser mejor equipo, más equilibrado. Faltaba confirmarlo. Y solo lo hicieron los locales.

Los ourensanos blindaron la zona, mejoraron en el balance defensivo y aburrieron a un rival desesperado, incapaz de anotar. El Lleida estuvo casi medio cuarto sin anotar una canasta en juego y luego se encomendó al talento de Nevels para no tirar la toalla antes de tiempo. La ventaja se acercó a los 20 puntos y el triple final de Feliú solo maquilló el destrozo (60-47). Porque el inicio del último cuarto  acabó con la emoción. Dos detalles más de calidad de Christian Díaz y partido resuelto con más de seis minutos por jugar (66-49).

Lo que quedaba era para saber la diferencia final. Y tal y como está liga no era poco premio tampoco. Hasta la pedrea se quedaron los locales. Triunfo, 16 puntos de ventaja y una sensación de crecimiento colectivo que obliga a soñar una temporada más con el COB. Aunque Gonzalo García de Vitoria siga hablando de la permanencia. Hay que quererlo.

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