Un derbi nunca es un partido más. Una reflexión tan trivial como certera también en un deporte en el que ya de por sí las sorpresas y lo imprevisible vienen de serie. En el gallego de la LEB Oro la novedad fue el acierto del Río Ourense Termal en el tiro de tres puntos. Tanto que pasó de ser a cuentagotas en las siete citas anteriores a caer de forma torrencial. Un 17 de 31 complicado de responder para cualquier rival de la liga y demoledor para un Básquet Coruña que ya llegaba al Pazo con el agua al cuello. Los herculinos tienen tan buena pinta en la plantilla que presentan como preocupante en la pista. Todos son capaces de sumar, pero en grupo por momentos incluso restan. Las cuentas no le salen.
Todo lo contrario que un COB siempre competitivo. Capaz de ganar con poco o incluso casi sin ninguno acierto. De confirmar que todo lo bueno que hace se multiplica a la que le entran los triples.
Ayer empezó el magosto algo achispado y acabó embriagado. Se dio un festín en un derbi tranquilizador en la clasificación y reincidente en las buenas sensaciones.
Ganó por aplastamiento. Se puso por primera vez por delante a los cinco minutos (13-11) y ya no perdió la delantera. Defendiendo siempre de sobresaliente y jugando en ataque con criterio. Encontrando buenas posiciones de tiro o poniendo la bola en mano de quienes mejor sacan ventajas.
En el primer latigazo se puso nueve puntos arriba (26-17). Aranzana respondió tirando de metro. Pasó a jugar con el quinto más alto posible y confiando en que el físico supliese las limitaciones colectivas. Masters se puso a correr y a encarar el aro (35-21) y Vidal aplacó cualquier amago de reacción naranja.
El segundo aviso fue todavía más contundente. Desde el talento de Vidal y el liderazgo de Zamora. Los dos tirando y penetrando hasta lleva la ventaja los 20 puntos (69-49).
Reacción y sentencia
El Básquet Coruña reapareció para al menos evitar un K.O. prematuro. Dos pérdidas seguidas del COB, un par de buenas acciones de Obbueze y Bulic y dos tiros alejados de Sabin pusieron un 71-62 inquietante. Regresó Vidal y la brújula apuntó otra vez al norte. Cada ataque fue una ventaja y Ott castigó cinco de ellas con 15 puntos. Cinco triples como resumen inmejorable a un derbi revitalizante.
