Nostálgica victoria contra el máximo aspirante al ascenso al final de la temporada, con dos muy queridos exjugadores en sus filas
Semana de emociones y buenos resultados para el COB. Victoria de prestigio, comunión total con la grada y nostálgico recibimiento y despedida a dos exjugadores, protagonistas del ascenso en 2015, Marcos Suka-Umu y Pedro Rivero. El primero ya fue recibido la pasada temporada. El segundo aguantó una más en Ourense, motivo por el cual el público se levantó y ovacionó durante su presentación. De bien nacidos es ser agradecidos.
De maleducados es lanzar una botella de agua a la cancha, lamentable suceso que, por fortuna, no dañó a nadie pero que podría hacer daño a un club nada sobrado de dinero. Pobre ayuda.
Los árbitros comenzaron con buen pie, incluso se pusieron las gafas rosas, símbolo de apoyo a la lucha contra el cáncer de mama, como hicieron todos los jugadores del COB durante su presentación.
Después, entre decisión y decisión, entre técnica y técnica, provocaron gran irritación entre una grada que disfrutó como nunca de la lucha, entrega y acierto de su equipo. Las dudas parecen ya olvidadas. Las victorias lo curan todo. Ahora surgen en un equipo diseñado para el ascenso, el visitante Melilla, que sumó otro lesionado más a su larga lista. Tranquilos, con Rivero y Suka-Umu, siempre hay una salida a los problemas.
La cosa se anima en el Pazo. Las victorias suman nuevos y recuperan a viejos aficionados. Ayer eran más de 2.000, y creciendo. Se marcharon contentos y volverán en dos semanas. Más de uno viajará a Coruña a ver el próximo derbi.
