Cuando estás abajo, solo queda mirar hacia arriba

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photo_camera Reggie Johnson, caído en la pista del Pazo.

Las caras de los protagonistas al final lo reflejaban todo y resumían a la perfección lo que le pasa al COB: el "casi casi" ya no llega

Uno ya no sabe si es mejor perder de 30 sin tener opciones, o en un final apretado que te deja un sabor de boca tan amargo. Parece sí, pero al final es no. Y eso, una vez, quema. Pero si pasa con frecuencia termina por desesperar. El duelo ante el Barcelona fue (disculpa Tim Burton) una "Pesadilla antes de Navidad". 

A un lado de la balanza, la cara positiva. Es decir, la reacción tras el descanso, la inmediata adaptación de Rozitis, la voluntad de seguir hacia delante... Al otro lado, fácil: no llega para ganar. 

La primera mitad "cabreó" al respetable. Se esperaban una mejor puesta en escena de los suyos. Tras el paso por el vestuario, saltó la chispa. El juego del COB ganó enteros y la necesidad se hizo virtud. Reggie Johnson cogió el fusil (a base de triples) y la moto (en sus entradas a canasta).

Pero al final, en los momentos decisivos, el descaró blaugrana se impuso a la obligación ourensana. Faltó que el acierto acompañase al empeño. Y el telón se bajó con un marcador que dolía mirar. Las caras de los protagonistas lo reflejaban todo y resumían a la perfección lo que le pasa al COB: el "casi casi" ya no llega. 

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