LEB ORO

Equipo en obras, se busca tirador

FFD
photo_camera El partido, en imágenes.

El Club Ourense Baloncesto mostró contra el Liberbank Oviedo una intensidad defensiva excelente pero muchos problemas de acierto en el tiro exterior

Es lógico que suceda. Mientras dura el proceso de construcción de Troya, siempre existirán grietas, huecos sin tapar, tabiques todavía frescos, murallas sin alcanzar su altura. Si además, los obreros enferman o sufren percances, el ritmo se ralentiza y la fortaleza se expone débil ante el enemigo.

Algo así vive el nuevo COB del viejo Gonzalo García de Vitoria. Asentando sus pilares pese a los avatares de la competición. 

Uno, demoledor, la baja del prometedor Pau Molins -dura experiencia por delante para superar una grave lesión- para toda la temporada. Dos, el percance menor de Earl Watson, a quien su equipo ya echó de menos bajo la zona. Tres, una semana de entrenamientos con epidemia de problemas físicos, cuyas consecuencias se acusaron al final del partido.

Pese a todo y pese a todos, este equipo mostró su declaración de intenciones para esta temporada. Defensa para desayunar, defensa para comer, defensa para cenar. Y si al rival no le gusta, dos tazas de defensa presionante a toda cancha. 

Este COB se defiende como perro hambiento, como gato panza arriba. Todos muerden, empujan, bracean. Casi todos cierran el rebote y -ojo- algunos cumplen en la segunda y tercera ayuda. 

Cuando mejore en pequeños detalles, pocos rivales de esta LEB Oro, de gran nivel físico y escasa cobertura televisiva, podrán tomar la plaza. Y no olviden que la defensa es una póliza de seguro que te mantiene vivo en los días más oscuros y negados.


El caballo de Troya


El único punto débil de la Troya cobista, que el Oviedo de dos queridos exjugadores -Fran Cárdenas y Roope Ahonen-supo exprimir al máximo fueron esos 11 rebotes cedidos que convirtió en puntos. 

Más una excelente puntería en los últimos segundos de las posesiones. Castigando con triples y acciones inverosímiles no menos de cinco defensas que el COB saboreó en sus labios. Sirva como muestra el final del primera parte. Canasta al compás de la bocina de Nuutinen.

Cierto es. La excelente defensa, intensidad y pasión mostrada no cuentan si no se traducen en puntos. El Club Ourense Baloncesto impuso su ritmo de juego, pero no metió con fluidez tiro exterior -5 de 17 intentos- y desperdició tiros libres, mientras el Oviedo anotó 12 de 27 triples y todos los libres. Señores, esto es un juego de precisión. Hay que meter más puntos que el rival.

¿Les suenan estos problemas a los del comienzo de la pasada temporada? Puede ser. Gonzalo García no posee un francotirador puro y necesitará que entre todos cumplan este aspecto vital del juego.

Las secuelas de la semana y la enorme carga de minutos de varios jugadores -Rozitis pidiendo el cambio, Pepu Vidal la bombona, Ott y Zamora nublados en el impulso final- se acusaron en los últimos cinco minutos. Al eléctrico Masters le sobró físico y descaro, pero le faltó criterio. El Oviedo delegó en Ahonen y Arteaga, andando, y sentenció el partido.

Tranquilos. Sobran motivos para acudir al Pazo esta temporada.Un juego vistoso y una plantilla que se deja la piel y mejorará su rendimeinto. Cuando Troya selle sus puertas y todas las grietas, a ver quien es el guapo que se atreve a regalar un caballo de madera. Este Río Ourense Termal lo convertirá en serrín.

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