La ACB y el Fuenlabrada no son capaces de rebatir los argumentos del club ourensano y se limitan a pedir que el Consejo Superior de Deportes se declare no competente
Zona COB
El CSD es competente
Dos meses después de lograrlo en la cancha el COB y Ourense esperan por fin ser equipo de la Liga ACB. Sería después de superar un play off agónico en la cancha y de imponerse en otro mucho más complicado en los despachos.
El equipo ourensano ha ido con la verdad y la ley por delante para combatir los intereses y los miedos de la Liga ACB, las mentiras del Fuenlabrada el oportunismo a última hora del Burgos y el apoyo en la sombra de quienes han decidido respaldar al poderoso y al centralista sin importar tener que sesgar la verdad.
El COB debe ser equipo de la Liga ACB por ley. Es el único de los cuatro elementos de esta ecuación que no ataca, critica o esconde. El único que puede hablar con la ley en la mano sin que se lo puedan rebatir.
La Liga ACB
Cambian su postura cuando recibe la amenaza del Fuenlabrada por juzgar que las fechas en las que el COB entregó su documentación son inhábiles aún sabiendo que tanto por el derecho administrativo como por las propias bases de competición de la ACB son correctas.
Se salta sus propios criterios y obvia casos como el del propio Fuenlabrada en el año 2007 cuando se le concedió el uso de un pabellón de propiedad municipal en idéntica situación y fechas al COB.
Anula los estamentos aprobados en su momento incluso por el propio CSD. El escrito enviado es hasta agresivo y amenaza con ver modificado el proyecto de control económicos de los clubes obviando deliberadamente las deudas que mantienen la mayoría de participantes en la competición y la situación de los balances positivos o negativos en idéntica forma al COB dependiendo de concesiones de uso de recintos deportivos como Fuenlabrada o Gipuzkoa.
El Fuenlabrada
Se equivoca de plano en su alegación asegurando que el COB tenía deudas con la FEB a día 15 de junio obviando el aval depositado por el club ourensano que cubriría cualquier deuda y cuando esa no le consta ni al COB, ni a la ACB ni a la propia FEB.
Un argumento que ni la propia competición le solicitó al club ourensano en cualquier momento del trámite de acceso a la ACB.
La alegación del Fuenlabrada se desmonta por sí sola al pretender impugnar una requisitos con respecto a Ourense que no han sido cuestionados por la propia ACB. Tanto la prescripción fuera de plazo de la cuota de inscripción como las deudas con la FEB.
Presenta argumentos que ni siquiera son discutibles.
El Burgos
La línea de actuación de COB y Burgos son antagónicas. El Burgos quiere reventar el sistema y como su argumento es que compró la plaza del Baloncesto León y no le dejan jugar en la liga recurre al juzgado mercantil.
El Burgos no admite los requisitos de exigidos por la ACB mientras que el pide que le dejen cumplirlos.
El CSD no tiene distinta postura con los dos equipos. El Burgos le solicita que juzgue modificar el sistema competitivo, algo para lo que no tiene atribuciones, y el COB, que estudie la gestión del un trámite realizado para inclusión en una competición sobre la que tiene control.
El Tizona recurre al juzgado de lo mercantil porque interpreta que la ACB vulnera las normas de competencia e impide a su 'empresa' participar de una sociedad con mayores ingresos publicitarios, televisivos y exige que se eliminen esas trabas.
El planteamiento de Ourense es distinto. Le recuerda al CSD que debe conocer las bases de competición que él mismo ha aprobado y que no se han cumplido tanto las fechas de los informes financieros con auditores seleccionados unilateralmente. Y que además ejerce unos mecanismo de control en la comisión mixta que contempla la ampliación de capital a los clubes que hayan descendido hace más de dos años (el caso del COB) y las resoluciones también dependen en alzada del CSD.
El COB
En ningún momento ha 'atacado' al Fuenlabrada, a la ACB o al Burgos. Se ha limitado a reclamar la plaza que le corresponde deportivamente y con los argumento jurídicos que considera correctos. Espera que el deporte se imponga a los interesen arbitrarios cuando el apoyo social, institucional y económico que requiere la segunda mejor liga del mundo.
