El COB se desangra en los últimos partidos debido a sus problemas en las dos zonas
El viernes, al acabar el partido ante el GBC, Gonzalo García de Vitoria era muy crítico con el rendimiento de su equipo en una parcela concreta del juego, el rebote. Esta vez los problemas no fueron distintos a citas anteriores, pero dolió más sencillamente porque fue la clave para dejar escapar un partido que el técnico consideraba factible. Fue el lunar de un gran COB. ¡Pero qué lunar!
El rendimiento del equipo en el rebote está en pleno proceso degenerativo. Empezó la temporada capturando 1 de cada 3 rechaces en aro contrario pero poco a poco esa virtud ha ido evolucionando a defecto hasta llegar a problema.
Hasta la jornada 9, el COB dominaba o competía por el rebote en todos los partidos. En las siguientes cinco jornadas empezó a notarse la decadencia, alternando partidos fiables y otros no tanto, pero el desplome llegó con el cambio de año.
Números alarmantes
En 2017, el COB ha jugado cuatro partidos y en todos ha perdido la batalla por el rebote. Especialmente grave el número de rebotes que 'regala' en su propio aro.
Empezó enero contra un Oviedo que capturó 12 rebotes ofensivos, los bajó a la mitad ante el Prat pero también fue inferior en los rebotes totales y ante Castellón y Gipuzkoa tocó fondo. 15 rebotes ofensivos del Castellón y 13 del GBC. ¡Una barbaridad! Más grave aún cuando el COB solo capturó diez entre los dos partidos. 28-10, una diferencia que condena a cualquier equipo por muy ordenado que juegue y acertado que esté.
