BALONCESTO / LEB ORO

Rampa de despegue

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photo_camera Danny Agbelese anota una canasta en el partido ante el Castellón en el Pazo.

El COB recibe al Huesca en el Pazo con la duda de Pedro Rivero y busca su tercera victoria consecutiva 

Tres meses después de empezar a entrenar y con doce partidos ya disputados el COB parece empezar a acercarse a la compenetración y al estilo que hasta hace un mes solo podía dibujar en la pizarra y plasmar a rachas. Esta noche busca su tercera victoria consecutiva y asentarse ya entre los 'notables' de la competición. Mucho mérito, sin duda.

Superados los pecados de juventud y conviviendo con la improvisación de quién llegó al punto de partido con retraso pero sin opción a prórroga, los ourensanos tienen ya seña de identidad. Y gusta a los suyos. El Pazo tiene este año ante sí un equipo que no regala defensas y que en ataque juega fácil y con criterio. Ahora le queda el siguiente paso, solidificar lo construido. Ha demostrado que compite con cualquiera y que puede ganar a casi todos. Incluso sin Rivero.

"Sería importante seguir ganando en casa y seguir creciendo. Tenemos claro lo que somos y que no ganamos por talento", dice Gonzalo García de Vitoria. El técnico es el primero con los pies en el suelo.

Imposible no ilusionarse con un equipo al que las críticas interesadas despreciaron de antemano y que ahora demuestra ser capaz de asustar a proyectos con mucho más tiempo para meditar, dinero que gastar y obligaciones que cumplir.

El COB ya está ahí y esta noche busca certificar los deberes exigibles con dos jornadas de antelación. Pase lo que pase el domingo ante el Palencia y luego en Prat.

"La liga está muy igualada pero ganar este partido nos pondría en una situación muy interesante", reconoce el técnico.

Para ello debe superar a un Huesca con menos condicionantes previos pero la misma inercia. Los de Quim Costa tienden a positivo y eso con una plantilla joven entre manos invita a pensar en un final de temporada ambicioso. Un Huesca con centímetros, versatilidad y dos buenos bases. Uno de ellos, el que recibirá, seguro, la ovación más sonora.

Christian Díaz se reencontrará con un jugador al que le peleó los minutos pero del que seguro aprendió más que nadie. La dudas es saber si el abrazo se lo darán en el banquillo o en la pista. Pedro Rivero es duda hasta última hora. Recuperado del accidente de tráfico que le hizo perderse el anterior partido ante el Lleida pero todavía con molestias. Quiere forzar pero no es seguro que le quiten el freno de mano los médicos del club.

Con o sin Rivero el COB ya tiene juego para no bajar nunca la cara. Partido para ratificar lo que ya está confirmado.

Pazo Paco Paz, 21,00 horas.

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