El equipo ourensano encadena cuatro victorias en las cinco últimas jornadas y enfila la recta final de la primera vuelta metido en puestos de play off de ascenso
El Río Ourense Termal ha puesto la directa. En el juego, en la clasificación, en confianza y en sensaciones. Las piezas cuadran siempre, incluso cuando hay alguna de menos. Ha pasado de competir siempre y alternar buenas sensaciones y victorias meritorias a ganar ya por costumbre. Llega al último partido de la primera vuelta con cuatro victorias en cinco jornadas y bastante más cerca de la segunda plaza que del descenso. Aunque su mensaje sea el de la prudencia, invitando descaradamente al optimismo y a pelear por estar con los mejores en primavera.
Esta vez se deshizo de un rival antagónico en estilo y al que alborotó desde el primer cuarto. El Arabarri malvivió 25 minutos, pero le sirvió con diez de su habitual ebullición ofensiva para tener opciones de victoria. El COB dominó todo el partido y lo confirmó en los cuatro últimos minutos para evitar un remontada que habría sido por K.O, pero inexplicable a los puntos.
En Palencia, los ourensanos empezaron con un parcial de 0-19 irrepetible. Esta vez tardaron tres cuartos en conseguir esa renta, pero volvieron a ser igual de dominantes. Un COB capaz de hacer daño corriendo y en estático. Con una fluidez ofensiva cada vez más habitual. Con las rotaciones aportando cada vez más y en momentos más importantes. Con acierto en el tiro exterior y con Davis Rozitis y Earl Watson castigando en la zona. Con la eficacia e intensidad defensiva de siempre y esta vez con Alfredo Ott como mejor referencia ofensiva. Jhornan Zamora, que era duda a media hora del inicio por un problema en una rodilla, llegó al descanso con 5 puntos. Acabó con 20 y demostrando que es el líder del equipo. Pepo Vidal firmó diez asistencias por decreto y Kevin Van Wijk apareció cuando se justifican los galones.
Emoción al final
El COB pasó de ganar sin que nadie rechistase (64-78) a ir perdiendo (81-80) en tres minutos. Se vio obligado a ganar dos veces el partido y repitió método y méritos. Cuatro minutos en los que volvió a demostrar que tiene experiencia y criterio como el mejor equipo de la liga. Acabó el partido con un parcial de 1-10 plausible y reivindicativo para un equipo al que le va bien con el "partido a partido", pero con el que cuesta no pensar el algo más.
