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Plegar la hamaca

La función de la hamaca es que puedas disfrutar de la playa sin entrar en contacto con la arena. Eso también te lo ofrece el parapente pero me resultaría mucho más complicado explicar como se pliega ese trasto. 

PILLARSE UN DEDO
El verano es tiempo muy propenso a perder dedos. La gran mayoría los pierden los bañistas, o por mordiscos de tiburones, o por plegar correctamente la hamaca. Quienes se pillan el dedo con la hamaca creen que han hecho algo mal y que quizá deberían haber leído las instrucciones. Al contrario. Lo han hecho bien. Si no se hubiesen pillado el dedo, la hamaca no estaría ahora cerrada.
Lo mejor para pillarse un dedo es hacerlo cuidado. Si lo haces a lo bruto podrías quedarte sin él. Cada año aparecen en las playas cientos de dedos sueltos de tipos que plegaron su silla playera de un golpe y se marcharon corriendo. Generalmente se dan cuenta horas después cuando van a enviar un mensaje por el móvil y comprueban que la mitad de las letras que han tecleado no aparecen.
Para conservar el dedo hay que combinar la capacidad de aguante con el dedo entre los pliegues de la silla, con lo cerrada logres tenerla. Si te duele poco pero no has cerrado lo suficiente los pliegues, la hamaca no cabrá en el coche. Así que tienes que hacer lo posible por pillarte el dedo con cabeza.

SACUDIR LA HAMACA
Al salir de la playa debemos sacudir todo, para evitar llevarnos la arena a casa. Mi experiencia es que, hagas lo que hagas, hacia el final del verano podrás bañarte y hacer castillos de arena en el pasillo de casa, pero es importante tener la voluntad firme de evitarlo.
Para sacudir una hamaca algunos empleamos la técnica del golpeteo entre sus partes –de la hamaca, lo otro resulta tan doloroso como inútil-. Respaldo contra apoyapiés y viceversa. El sonido que emite esta operación es similar al del mirlo en época de celo: clap, clap, clap. Así que antes de empezar confirma que no hay mirlos en la costa, si no quieres llevarte un buen susto. Si la hamaca es de plástico duro y lo haces con la suficiente fuerza y ritmo, se te aparece Carlinhos Brown. No estoy seguro de que esto sea un aliciente.
EL COLOR
A la hora de elegir el color de una tumbona, sobre todo si es tiene partes de tela, es muy importante pensar antes en los colores que atraen a los insectos. Si tu hamaca parece un jardín de flores estará todo el día lleno de insectos intentando chupetear su polen. Y al sentirse engañados, con razón, te picarán. En cambio sí que puedes comprarla con motivos marineros. No conozco ningún caso de bañista al que le hayan saltado tiburones a la hamaca.
De todos modos, tampoco pierdas mucho tiempo eligiendo un color neutro para evitar picaduras de insectos en la playa. El color que más insectos atrae es el carne, y la única forma de desprenderse de él es pintándose de Rey Baltasar. 

HAMACA COLGANTE
Etimológica e históricamente la hamaca procede de algunos indios, ahora no recuerdo cuáles, y es una especie de tela colgada entre dos árboles. Estas hamacas fueron superadas por las sillas plegables y tumbonas, pero en los últimos tiempos, en paralelo a la invasión de lo vintage, vuelven a estar de moda. Todo aquel que se ha gastado un dineral en comprar una de estas hamacas retro de diseño te dirá que no hay nada más cómodo en el mundo, pero lo hace solo para justificar su injustificable compra. En realidad, no solo no son cómodas sino que son muy peligrosas.
Seis de cada seis usuarios de hamaca colgante no saben cómo descender de la misma. Cinco de cada cinco se suben a ella con un saltó atlético, peligrosísimo a nuestra edad, sea cual sea nuestra edad. Y tres de cada tres usuarios de hamacas colgantes terminan en el suelo por causas desconocidas. 
Si aún así quieres utilizar hamacas colgantes en la playa tendrás que pedirles a dos bañistas que hagan de árboles para poder atarla a algo. Porque el principal fallo de estas hamacas es que, a diferencia de algunas alfombras, no se aguantan solas en el aire.

ALQUILAR UNA HAMACA
Si tienes algo de dinero y no te importa estar rodeado de gente puedes alquilar una hamaca. Así te evitas tener que cargar con ella. Pero cuando lo hagas, presta atención, porque en muchos lugares de Italia, por ejemplo, sale más barato alquilar un catamarán, y es más divertido.

EL MALETERO
No existe ningún modelo de hamaca que quepa en el maletero del coche. O sea que tendrás que dar vueltas alrededor del coche, empujar al fondo tus trastos, y mover la hamaca en círculos dentro del maletero como si supieras bien lo que estás haciendo. Finalmente, da un portazo con todas tus fuerzas. Esa, por cierto, es otra forma muy inteligente de pillarse los dedos.hamaca_result

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