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Cartas a ex novias

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Hay gente a la que el verano le parece demasiado aburrido. Es cierto. Quizá no ocurran cosas importantes, todo el país se sumerja en una extraña calma, y la gente haya cambiado su habitual sangre caliente por una suerte de horchata. Si quieres revertir esta situación tienes una fórmula infalible para animar el verano y meterte en problemas de los gordos: saca tu mejor papel, una buena estilográfica y escríbele a una ex novia.

Además, si buscas una época perfecta para escribirle a una ex novia y meterte en problemas, sin duda, esa es el verano. Tienes tiempo libre, soledad, un montón de gente enamorada a alrededor, y suficientes metros de playa para escapar corriendo en caso de que vengan a partirte la cabeza, que es lo que ocurre cada vez que te decides a escribirle a una mujer a la que amaste.

QUÉ ES UNA EX NOVIA

Una ex novia es una amiga a la que ya no puedes llamar.

CÓMO SE CONSIGUE UNA EX

De acuerdo con todos los manuales de las Ciencias Amatorias, para conseguir una ex novia, es condición indispensable, sin posibilidad de excusa ni dispensa, haber tenido previamente una novia. No me encuentro en condiciones de desdecir esta observación.

POR QUÉ ESCRIBIRLE

No hay ninguna razón para escribirle a una ex novia que no lleve whisky, vodka, o ron, algún refresco a partes iguales, y hielo.

EL SALUDO

Nunca empieces una carta a una ex novia empleando el apelativo cariñoso con el que la llamabas cuando estabais juntos. Por alguna razón inexplicable, al oso con el que convive ahora le irrita bastante que su novia reciba una carta con el saludo “Querida rodajita de naranja flotante en helado de mascarpone”. Nota del autor: si alguna vez has llamado a tu pareja de este modo, lo mejor es que abandones la idea de escribir la carta, y te dirijas al centro médico más próximo a la Unidad de Cursis Intensivos.

El saludo debe ser lo suficientemente austero como para que nadie sospeche que hay un cariño especial con esa chica, y lo bastante cercano como para que no parezcas la Reina de Inglaterra. Evita tanto el “Querido amor de mi vida” y el “Deliciosa ardillita”, como el “Muy Señora Mía, por la presente…”.

Lo mejor es que sea breve, muy breve. Pero, por muy tío que seas, recuerda que hay mujeres capaces de desarrollar una tesis doctoral a partir de un “hola” y que las conclusiones de esas tesis golpearán tarde o temprano tus tímpanos. O sea que además de breve, ha de ser inteligente.

En cartas a ex novias se lleva mucho ahora el encabezado onomatopéyico. “Uh” está bien. “Eh” resulta un poco impertinente. “Ah” es demasiado angustiante. Y “oh” podría interpretarse como un romántico intento por recuperar esa relación finiquitada despertando a la bestia con la que ahora sale. Sin duda, el mejor saludo es una larga sucesión de puntos suspensivos.

CUIDADO CON NERUDA

Fue Neruda el que dijo aquello de “es tan corto el amor y tan largo el olvido”. No es un mal argumento para una carta a una ex, si te apetece que acabe en el fuego, o que su novio venga a visitarte con un machete y salgáis juntos en el telediario de las tres.

En general, recurrir a Neruda está bien siempre que quieras dar al traste con una relación, esté viva o muerta. “Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”. Alguien como Neruda, a quien se le atribuye esta cita y no lo desmiente, sólo puede destruir noviazgos, provocar el caos y la hecatombe por donde quiera que escriba, y desencadenar la destrucción de todo el planeta. En definitiva, no se te ocurra dejar por escrito semejante cosa a tu ex novia, a menos que el propio Neruda se levante de su tumba y explique detalladamente qué coño hace la primavera con los cerezos, cuestión que mantiene en vilo a los filólogos desde tiempo inmemorial.

CARTAS INÚTILES

Lo bueno del verano es que invita a hablar de lo que hay alrededor. Es muy típico recibir cartas en las que algún amigo nos cuenta que ha estado toda la tarde en la piscina, o que acaba de llegar de la playa, o que anoche estuvo tomando unos cócteles y bailando hasta el amanecer. Tampoco es muy original, pero es emocionalmente neutro. A una ex, siempre será mejor contarle eso que un “te echo tanto de menos que estoy pensando en ir a buscarte y que dejes al tío ese con el que te relacionan”.

No sé exactamente que clase de insolación playera te ha llevado a escribirle una carta a tu ex, pero si lo que pretendes es volver, lo mejor es que asumas tus errores del pasado. Una manera honrada de hacerlo: “Sí, reconozco que soy un idiota y admito que le seguiré siendo durante toda mi vida”. He dicho que es honrada, no eficaz.

El tono diplomático está bien para arreglar relaciones entre países pero no funciona entre personas. “Es para mi un motivo de felicidad dirigirme a usted, en homenaje a lo que fue la pacífica convivencia y la histórica relación que une a nuestras respectivas naciones, con el objeto de proponerle un acercamiento bilateral y el cese inmediato de hostilidades entre ambas. Apelo a la postal fechada el 14/02/1994, a la sazón Día de los Enamorados, en virtud de la cual usted aseguraba que el acuerdo amistoso se prolongaría ‘durante toda la vida’, lo que sin duda interpreto como una renovación anual implícita por los siglos de los siglos. Sin otro particular, y aguardando con interés su respuesta, le envío todos mis respetos”.

LA DESPEDIDA

Momento complicado el de decir adiós a la carta. No seas demasiado burocrático, ni te excedas en lo apasionado. Nunca escribas “adiós” a secas, pues eso parece una despedida. No cites jamás a Neruda para despedirte salvo que quieras romper amarras con esa chica para siempre. Si además quieres que te bloquee en Twitter, cita también algo de Paulo Coelho. Y sólo, sólo si realmente la odias y no quieres volver a verla nunca, mete en el sobre un libro dedicado de Alejandro Jodorowsky. Nunca un apellido fue tan elocuente.

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