“Debemos absolver y absolvemos a Dª Cristina Federica de Borbón y Grecia de los delitos contra la Hacienda Pública, por los que venía siendo acusada, con todos los pronunciamientos favorables” (Sentencia Caso Noos, Audiencia de Palma de Mallorca).
La Justicia en España, a pesar de lo que opinan muchos ciudadanos, funciona, y funciona muy bien. No es de recibo condenar en sede judicial a una persona boba de un supuesto delito contra la Hacienda Pública. Un bobo, en este caso boba, no cometió un delito, si no, más bien, una irregularidad fiscal. Una bagatela cifrada en 265.000,00 euros. Ya se sabe que para que se cometa un delito fiscal, la defraudación mínima se cuantifica en 120.000,00 euros. Las irregularidades se subsanan abonando los importes de la irregularidad manifiesta. Sin embargo, el delito fiscal pueda acarrear privación de libertad.
Visto lo visto, en la comedia de la vista oral precedente, la cualidad de boba, que no se enteraba de los trapicheos de su marido, por amor a éste, es causa de absolución en un procedimiento penal. Sienta un precedente para la causa seguida contra a la señora Ana, la que no veía el Jaguar en su garaje. Yo propongo a las autoridades eclesiásticas que trasladen la festividad de los Santos Inocentes de la fecha de 28 de diciembre al día de hoy, 17 de febrero, tres días después de la celebración del santo patrón de los enamorados. Tienen cierta correlación, el amor con la bobería.
Desconozco el curriculum universitario de la señora de Urdangarín, lo que sí constato es que por resolución judicial, se le ha otorgado la cualificación de boba cum laude. Y no es de extrañar, pues, la sonrisa, el júbilo del Gargamel ( Roca), que se embolsará unas costas, que no pagará la acusación particular, ya que está se declarará insolvente. Y cobrará del dinero del papá de su clienta. O sea, los españoles.
Si Gargamel salta de alegría, la troika gobernante (PP, Ciudadanos y PSOE) se complace en comunicarnos, a bombo y platillo, de que la justicia en España funciona, y que como diría el bobón emérito, la justicia es igual para todos. Salvo alguna cosa, como diría Rajoy.
Por si tuviera que verme envuelto en un procedimiento penal, ya me he matriculado en un curso por correspondencia para diplomarme como bobo. Espero que no se entere mi mujer.
