Cartas al director

América para los americanos, USA, naturalmente

“El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente, que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino” (Doctrina del “Destino Manifiesto”). 

El Destino Manifiesto se basa en tres premisas. La virtud de los ciudadanos e instituciones en EEUU; la misión para extender estas instituciones, rehaciendo el mundo a su imagen y semejanza, y la decisión de Dios de encomendarle tal misión. Nación, pues, predestinada para anegar al mundo de democracia, libertad y civilización. Esta doctrina funde sus raíces en la Teoría Calvinista Pura. Teoría importada de Europa, y que tiene como fundador al filósofo alemán Max Weber. Su ideario se desarrolla en la obra: “La ética protestante y el espíritu del capitalismo”. En síntesis, afirma que existe una inferioridad del catolicismo romano respecto al protestantismo para construir economías capitalistas solventes. Reproduzco párrafos de su obra. “El mundo protestante es más exitoso económicamente que el católico gracias al influjo de la religión protestante en cada uno de sus individuos: amor al trabajo, honradez, ahorro y apego permitido a lo material”. “El católico es conformista y prefiere la seguridad, mientras que el protestante se atreve con el riesgo. La Iglesia Católica castiga al hereje, pero es indulgente con el pecador. El protestante pone el énfasis no en la confesión, sino en la conducta”. “El protestante no considera el trabajo un castigo. Los católicos, en cambio, creen que el trabajo es el máximo castigo de Dios por el pecado original, y culpan a una mujer, Eva, de haber provocado la expulsión del Paraíso, donde no era necesario trabajar”.

Son los católicos latinos, según el evangelio predominante en EEUU, unos vagos que deben ser colonizados por ese pueblo uncido por la Providencia. La colonización por el Big Stick (golpes militares directos), o el catecismo de la Seguridad Nacional (preparando a militares iberoamericanos en la Escuela de las Américas en el Canal de Panamá) son historia. Hoy, con la globalización liberal, su praxis se asienta: en llevar a los países a contraer préstamos de usura, que los comprometen con grandes deudas; traslado de filiales hacia países subdesarrollados, para conseguir mano de obra más barata, y pagar menos impuestos; control de la política de esos países, instalando gobiernos obedientes, que estén dispuestos a suscribir tratados comerciales que abaraten para EEUU las materias primas que necesita para su mercado, y que eximan a sus empresas multinacionales de pagar aduanas en esos países. “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar a América de miseria a nombre de la libertad “(Simón Bolívar). Ya indigesta el sancocho cocido en la olla de un ex muxú cangués.