Cartas al director

Borracho sí, pero caído nunca

“Viva el vino y las mujeres que por algo son regalos del señor” (Manolo Escobar)

Los europeos del sur somos insolidarios con los norte europeos. Ellos aportan dinero para que los españoles nos lo gastemos en licor y mujeres. Así lo manifiesta, bajo el efecto laxante del extracto de tulipán, Jeroen Dijsselbloem, un ciudadano holandés que preside el Eurogrupo. 

Asumamos a los efectos meramente dialécticos que su pronunciamiento sea cierto. Primera premisa, que lo haya constatado, bien personalmente, bien por conducto de sus conciudadanos. Harto conocidas son sus ingestas de alcohol en sus idas y venidas a la costa mediterránea. Dejan las provisiones de alcohol a mínimos niveles. Se ponen morados de sangría, siendo de piel albina. Viendo el bronceado de las féminas se les descontrola la libido.

La segunda premisa se basa en las imágenes que lanzan algunos de nuestros prohombres, los autores de la Marca España. Políticos y banqueros usando tarjetas black en puticlubs aquí o en el Caribe o premiando a subordinados con volquetes de putas. Mafia que seguramente palmea la letra de la música de Manolo Escobar, con vivas a España, la Costa Brava y la Costa del Sol.

No admito la segunda premisa, por falaz. Hay de todo en la viña del Señor. La inmensa mayoría  de los españoles no somos políticos ni banqueros. A mí, ciertamente, me gusta el vino y me seducen las mujeres. Suelo beber limitado por el gasto que me obliga mi pensión, el recibo de la luz y los intereses bancarios. Y no gasto nada en mujeres, siendo leal a la mía, y enemigo del putiferio, con todos mis respetos a la mujer que se ve obligada a prostituirse.

Nada dice el xenófobo holandés de la sangría económica que supone el pago de la deuda a la banca europea, por la gracia del PP-PSOE al reformar el art. 135 de la Constitución. Pongo un ejemplo. El Ayuntamiento de Madrid ha cerrado el ejercicio 2016 con un superávit de 1.022 millones de euros. No puede invertir en mejorar servicios y prestaciones a los madrileños. Debe pagar deuda. Ha rebajado de modo considerable su deuda. Incluso con amortizaciones anticipadas, para reducir intereses, que fueron penalizadas por la banca. Casi 2.000 millones de euros de penalización. La mayor tajada correspondió al Crédit Agricole.

Añadamos el saqueo a las arcas públicas por políticos en comisiones, en sobrecostes, en obras faraónicas como inútiles. El vino y la mujer española están sobradamente absueltos de culpa alguna. Bebo menos que un holandés, por eso no caigo nunca, y soy alérgico a los tulipanes.