Cartas al director

El dogma le fue revelado

 “La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte” (Platón)

Siendo, como soy, corto de entendederas, no encuentro explicación racional a lo acontecido en la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (¿por qué no lo hizo el Pleno de dicho órgano?) al decidir sacar a concurso la titularidad de la Sala 5ª de la Audiencia Nacional, entre otras. Cobertura de vacantes, y no creación de nuevos juzgados.
Veamos. El juez Ruz está en comisión de servicios en dicha Sala, porque su titular, el juez Carmona, fue enviado al Reino Unido como “juez de enlace” (destierro dorado, menos trabajo y mayor salario), seguramente hasta la edad de jubilación a un año vista. Esta comisión de servicios acaba de finalizar, y se le ha ofertado, y que ha aceptado, al juez Ruz, para que en dicho período pueda finalizar la instrucción del Caso Gurtel, y ramificaciones en piezas separadas. Es decir, en ese tiempo, habiéndose adjudicado la plaza a un tercero, aunque no haya tomado posesión de la misma, tendremos en esa sala dos jueces titulares y otro en comisión de servicios. Si las matemáticas no me traicionan, existirán tres jueces en una misma sala. No entiendo, a no ser que al Consejo del Poder Judicial le haya sido revelado por la divinidad el dogma de la Santísima Trinidad. Tres personas en una verdadera. Con la cantidad ingente de pruebas por proveer (entre ellas los exhortos al extranjero), existe riesgo de que el juez Ruz cierre en falso la instrucción. Primer argumento para que se llegue a una nulidad del procedimiento.

Y más tela que cortar. Al juez Ruz se le propone que terminada la prórroga de tres meses pueda continuar como “juez de apoyo” al titular a quien se le haya adjudicado la plaza. Sigo contando tres jueces. Se habla de juez de apoyo para continuar en la instrucción actual. Increíble que la propuesta provenga del Consejo, por cuanto, a tenor de la Ley Orgánica del Poder Judicial, un juez de apoyo solamente podrá instruir nuevos procedimientos. Si sigue con lo actual, tendremos un segundo argumento para que las defensas soliciten la nulidad del proceso. ¡Ni a Fernando VII se las ponían así!

De este armar la de Dios es Cristo (usurpando las palabras de Cervantes en su “Licenciado Vidriera”) me inquietó el hecho de que un miembro de la Comisión Permanente, autora del desaguisado, haya sido Martínez-Tristán, marido de la Sra. García de la Calzada, consejera del gobierno de la Sra. Cospedal, quien está afectada en pieza separada de la actual instrucción. Ni se ausentó ni se abstuvo. No sigo. Me acojo a lo dicho por Quevedo. “Donde no hay justicia, es peligroso tener razón”. Me da miedo tenerla, no teniendo padrino pepé.