Cartas al director

¿Y por qué no una muralla?

“Una muralla que vaya/desde la playa hasta el monte/desde el monte hasta la playa,/allá sobre el horizonte” (“La muralla”, canción de Ana Belén y Víctor Manuel.

“No basta con rezar. Es hora de actuar. Debemos denunciar a las alcaldesas de Barcelona y Madrid, comunistas radicales, por complicidad con los terroristas. Si yo fuera abogado de las víctimas ya habría denunciado a la alcaldesa de Barcelona, por manifestar que el colocar bolardos supondría coartar la libertad”. Esto en síntesis es la arenga, que coló como homilía, el pasado domingo el párroco de Cuatro Caminos en Madrid. Si le interesa el nombre de este mal llamado sacerdote, tome nota es Santiago Martín.

No ha querido ser menos que un imán del radicalismo salazista, tan de moda desgraciadamente. Le va la notoriedad. Va más allá del odio al musulmán, que grupos ultras xenófobos tratan de inculcar a mucha gente, para extenderlo a todos los que se sientan, directa o indirectamente, marxistas. Hete aquí  otro cruzado resucitado de hace 80 años.

Simplifica la prevención contra el terrorismo con la colocación o no de bolardos. Dijo sentir pánico cuando la noche anterior, se dio un garbeo por la Plaza Mayor y la Puerta del Sol, atestadas de personas, y comprobó la falta de bolardos. ¿Desistirán los terroristas de cometer atentado alguno en viendo la existencia de tales barreras? Flaca memoria la que goza el clérigo. La mayor masacre de terroristas en España tuvo lugar en trenes de Madrid, en los que habían colocado bombas. ¿Fue corresponsable, entonces, el alcalde Ruiz Gallardón, por no colocar bolardos a la entrada de las estaciones?

El terrorista buscará siempre el medio de atentar. En furgoneta, en moto, a pie apuñalando o disparando,  o auto inmolándose cargado de explosivos. Su martirio en la yihad pequeña le abrirá las puertas de Jannat. Le recuerdo al cura la martiriología cristiana a la que venera.

Si me dan a escoger, yo prefiero la libertad al negocio que se fragua con la pretendida seguridad. Es mi mejor respuesta al terrorismo. A los que opinan lo contrario, opinión que respeto, ¿por qué no construir, entonces una muralla, con un centinela en la atalaya qué pregunte quién va? Y como en la canción, si es el alacrán terrorista que desconoce el santo y seña, cerramos bien la puerta de la muralla. Muralla desde la Barceloneta hasta Montjuic.

Y en la iglesia se va a rezar, y no a escuchar mítines. Para eso están los políticos. Al párroco Martín no le faltarán partidos que le acojan con entusiasmo, si se decide a colgar la sotana.