¡Quizá sea una de tantas, una más, quizá por eso parece que estamos “acostumbrados”. Hemos normalizado que el país no va bien, que hay recortes... Pero en ocasiones, toca reflexionar un poco más allá.
Me dirijo a la Consellería de Sanidade, a presentar la cuarta reclamación por un TAC de mi padre. Un TAC solicitado por su oncóloga en el CHUO el 20 de febrero, indicando la realización en 3 meses. Llega junio y ni tan siquiera hay cita. Es en ese momento cuando asumes que no es suficiente lidiar con todo lo que supone afrontar un diagnóstico de tumor con metástasis, también necesitas rescatar la energía necesaria para después de enfadarte con el sistema pelearte con él, por recibir lo que suponías no iba a faltarte, para lo que tantos años, tanto mi padre como la mayoría de los ciudadanos, estamos aportando todos los meses, para recibir asistencia sanitaria...
Una carta al director fruto de los sentimientos de una profesional del sistema, enfermera que ya ha sufrido los recortes desde dentro, pero a la que le gustaría recordar que como no despertemos todos los sufriremos y sufrimos como pacientes.
Quizá esta carta sea un intento más porque llegue esa llamada que ponga día a ese ansiado TAC. Ojalá eso ocurra, no solo en el caso de mi padre, sino para todos aquellos que estando en la misma situación, no han podido guardar energías para esta lucha con el sistema que no esperaban tener que emprender.
