Cartas al director

Desastrosa experiencia en Manzaneda

Malos accesos por carretera. Aparcamiento sin ley. Zonas en las que escasamente pasa un coche. Les pilló el toro el pasado fin de semana. Accesos a los apartamentos deficiente, excepto los centrales, en los que está la recepción, llenos de hielo y casi imposible pasar con maletas. Cafetería sin existencias en algunos artículos. Colas interminables para desayunar y comer. Las colas para los remontes, sin organizar, fue un búscate la vida. Pistas sin pisar (subí a las 10,30 h). 

Y lo peor de lo peor... la organización de reservas de apartamentos. Tienes que ocuparlo después de las 17,00 horas y dejarlo antes de las 12,00. No puedes ni ducharte: después de esquiar te mandan a las duchas de la piscina -lejos de los apartamentos o del coche donde tienes que dejarlo todo- y encima te las cobran con toalla y champú, ¡tres euros por persona por ducharte! Sólo pedíamos quedar hasta las 14,00 horas para podernos duchar en la habitación y no tener que dejar todo el equipaje en el coche antes de subir a las pistas. Cobran 99 euros y no son ni 24 horas de uso de apartamento. Pues bien, tuve que dejar de esquiar para hacer el check-out. Una pena (excepto la excelente atención y cocina del restaurante a la carta Os Arandos).