Cartas al director

Homenaje póstumo al fotógrafo José Manuel Doniz Freire

Carta al cielo, para mi ángel.

Hoy como cada día miro al cielo y te recuerdo, pues eres tú esa luz que nos guía cada día, y es que aprendí que "no es más grande quien más ocupa sino quien más vacío deja cuando se va”.

Ya se cumple una década desde tu partida. El discurrir del tiempo desde que te marchaste le resta a todo importancia. El teléfono ha dejado de sonar, no oír tu cálida voz, ¡no te puedes imaginar cuánto la echo en falta!
Muchos recuerdos se agolpan en mi cabeza, viendo tus fotos, tu obra, sintiendo que una parte de tu ser sigue viva en cada imagen, en cada trabajo. Tu pasión ha grabado tu huella. 

Un día me decía una amiga que tú eres “fotógrafo del alma”, la verdad no estaba desencaminada, no se equivocaba. Hacía que todo lo bonito que llevas dentro de ti fluyera por el objetivo de tu cámara, plasmando en cada imagen que has dejado en tu trabajo.

Nos embarga la emoción y la alegría al recordar cuando te otorgaron los tan merecidos premios “LUX”. Por fin llegaba el momento tan importante para ti y para nosotros y con él el reconocimiento a la pasión que llevas dentro.

No he dejado de seguir tu estela, pero te echo en falta. El camino que me iluminas desde donde estás con tu mágica luz hace que seas el mejor hermano que se pueda desear. Tanto tu hermano Jesús como yo tendremos que vivir mil vidas para agradecerte todo lo que nos has dado y demostrado con toda la humildad que siempre te caracteriza.

Tu familia, tus amigos, no te olvidamos. Siguen presentes en cada día y en nuestras vidas todos los recuerdos de momentos felices que nos brindaste, las risas de hermanos, complicidad y mucho cariño, que inunda todas las estancias de casa, porque en ella la banda sonora de tu voz sigue sonando… 

No dejes nunca de iluminarnos desde donde estés y cuidándonos a todos como siempre lo haces.

Te quiere por siempre tu hermana.