Estos abanderados de Podemos dicen que no son la “casta”, pero ya todo parece indicar que este eslogan son sólo buenas palabras sin contenido, porque:
1.- Están coqueteando abiertamente con la “casta”.
2.- Duermen con la casta.
3.- Reciben de Venezuela dinero de “buena casta” y sin justificación, ni transparencia.
4.- Reciben de la Universidad honorarios de trabajos no realizados o realizados mal. Y esto es lo que ellos denuncian en los demás pero hacen también ellos.
5.- Se van de flor en flor buscando incoherentemente el voto fácil.
6.- Si se equivocan, o por lo que dicen la gente se les echa encima, cambian el ritmo o el signo de los mensajes.
7.- Son un grupo heterogéneo de gente sin rumbo fijo, sin un proyecto de partido. Ellos creen que sólo con aparente buena voluntad y con juventud se arregla todo.
8.- Y el jefe absoluto de esta nueva “casta” es Pablo Iglesias; él sí sabe muy bien lo que hace y por lo que deja entrever pertenece a la izquierda más radical, antirreligiosa y yo diría que cuasi antidemocrática, teniendo en cuenta las ideas y formas que emanan de los distintos mítines del mencionado Iglesias.