Cartas al director

Del homo sapiens al político

La vida humana debiera comenzar, por ley natural, a partir de la unión de dos personas de distinto sexo, del amor entre un hombre y una mujer, y no a partir de la creación de seres producidos en probetas, procedentes de células de origen desconocido y congeladas a bajas temperaturas como si fuesen objetos.

Desde el momento de la concepción, ya con su propia carga genética, existe un nuevo ser humano; este hijo necesita de la protección de su madre, al igual que en el futuro necesitará de su familia. Cada vida humana procede de otras dos vidas, la de un padre y la de una madre, a pesar de que se subvencionen otros experimentos y se promocione la moderna y progresista “ideología de género”.

Los políticos debieran tener como prioridad -con elecciones o sin ellas- proporcionarle a la mujer embarazada o que desea ser madre que pueda acoger sin ningún temor ni obstáculo dentro de su seno a ese nuevo ser humano, pero parece ser que este tema no es importante para ellos, de hecho apenas está apareciendo en la campaña electoral. Hago extensiva esta falta de sensibilidad y de compromiso con la mujer a los sindicatos; muchas mujeres son despedidas en cuanto se percibe su embarazo. Esta es una desgraciada realidad a la que casi ningún partido político que concurre a las próximas elecciones generales le interesa abordar. Promover y custodiar dentro de sí otra vida humana es la forma más sublime de amor, que además garantiza la supervivencia de la humanidad y también el bienestar y el futuro económico ante el suicidio demográfico al que asistimos.