Cartas al director

La venta de órganos humanos en EE.UU

El escándalo sobre el lucrativo tráfico y venta de órganos de nasciturus destapado en la mayor red de las llamadas eufemísticamente “clínicas de salud reproductivas” en EE.UU. y que promueven el aborto, está sacudiendo las conciencias hasta ahora anestesiadas de miles de personas que contemplan a través de videos la realidad oculta de lo que esconde el negocio del aborto. En uno de estos videos, la directora muestra con gran frialdad y tomándose una refrescante bebida , como los pulmones, el corazón, el hígado, etc. de los nasciturus abortados son donados voluntariamente por las madres para la investigación científica, sin ánimo de lucro. En realidad, estas clínicas establecen un precio por cada órgano servido intactamente y negocian con empresas

Una sociedad que impulsada por mercantilistas intereses desprecia el valor de la vida incipiente, entra en un engranaje perveso, diabólico, que conduce además de a esta execrable práctica con fines económicos, a la grave inversión de la profesión médica, que de servidora de la vida se transforma en instrumento de muerte, abriendo el camino a otras prácticas como la eutanasia.

Con este escándalo espero que la humanidad se dé cuenta, de una vez por todas, que el aborto no contribuye a la liberalización de la mujer -sino a su explotación y cosificación-, ni a preservar su salud mental. Detrás del aborto hay un ya no oculto negocio que mueve cantidades ingentes de dinero manchado de sangre. Los seres humanos se convierten en meras mercancías al servicio de sociedades anónimas carentes de escrúpulos.

Sin duda, esto forma parte del nuevo orden mundial en el que EE.UU., con un presidente Premio Nobel de la Paz, se considera con el derecho a arrogarse una misión de liderazgo mundial. Un nuevo orden mundial que exige la utilización de instrumentos de acción eficaces en todos los ámbitos: político, educativo, científico, etc. Todo está orientado y todos están subordinados a la complacencia con ciertas fundaciones y grupos que controlan las universidades y los medios de comunicación.