Cartas al director

Heladas y caídas en las calles

Quisiera recordarle al alcalde de Ourense que la sal no se echa cuando ven que la gente se cae, se echa para prevenir que se caiga. Hace unos días, al lado del Centro Cívico de A Ponte la acera estaba congelada ocasionando un montón de caídas, entre ellas la mía y la de un chico discapacitado, con la buena suerte que a él no le pasó nada más que el mero nerviosismo de verse en el suelo y no poder ponerse de pie por culpa del hielo.

Yo, por cierto, por ahorrar usted en sal tengo un esguince y mi amigo mucha suerte de que no le pasara nada, ya que entonces habría que gastar en policía, ambulancia, etc. ¿No sale eso mucho más caro que un simple saco de sal?

En la Estación Empalme todos los años se cae gente por no tener la prevención de echar sal.

Doy las gracias a una chica y a un señor que estaban cerca y nos ayudaron a levantarnos.