Después de la las elecciones a la Junta de Andalucía del 22 de marzo de 2015, hay partidos que se consolidan, otros que aparecen por primera vez, y otros que bajan. También hay trasvases de votos, y hay otros que nacieron, pero no se consolidan, y son flor de un día. Sea como fuere, lo que los andaluces queremos, tal y como dice su himno, es que Andalucía avance en prosperidad y desarrollo, y eso no se conseguirá si estamos de manera disgregada o desunidos. Quizás la mejor flor no sea sólo la de un día para Andalucía, sino aquella gestión política que la saque del paro y en parte del subdesarrollo que la amenaza en cuanto a su pobre tejido industrial. La verdad es la verdad “la diga Agamenón o su porquero”, y eso es lo que hay que destacar, que cuales quiera fuerzas políticas deben de trabajar unidas para transformar Andalucía.
Tampoco puede ser flor de un día el compromiso ciudadano de ir a votar un solo día y ya está, no. Hace falta a este respecto otra perspectiva, la de una f lor permanente que embriague con su aroma todos nuestros campos y a todos sus vecinos, de esta tierra con raíces que viene de un rico pasado y se proyecta en la construcción de un futuro esperanzado y mejor.
