Cartas al director

OBITUARIO: A Claudio Iglesias Eirey

Dúas de orella e unha de callos! Y así toda una vida...
Ahora se apagó la luz, en la rúa de la Paz, donde empezaste con tus hermanos, os Orellas, y en la calle Ervedelo donde terminaste...
Son muchos años para describir en tan pocas líneas pero tanto cariño es imposible dejarlo ir sin una pequeña despedida.
Esto no es un adiós, es un hasta luego. Aquí quedan tu querida Tita y tus hijos haciendo piña, grandes personas como tú les enseñaste a ser.
Quiero pensar que ahora mismo estaréis Pepe y tú sirviéndole una tacita a vuestro gran amigo Fidel y después una partidita para rematar la faena. Así me gusta pensaros.
Buen viaje y buen reencuentro con los que te están esperando, y aquí seguiremos recordándote como lo que siempre fuiste, un gran amigo y mejor persona.
¡Te queremos Claudio!