Cartas al director

Mapa municipal

Sirva esta sencilla colaboración, para promover el debate social sobre su contenido municipalista.

 

Desde nuestra independencia ideológica, presentamos este estudio sobre una nueva configuración municipal, queriendo ser el embrión de un debate y de esta forma someter a la opinión de la población un nuevo mapa que persigue una más y mejor eficacia y eficiencia en la gestión de los servicios municipales. Esto es, más y mejores servicios a menor coste.

En las fechas más recientes, los medios de comunicación se hacen eco de la despoblación del medio rural, de su envejecimiento, de los pocos nacimientos, de la emigración de los jóvenes, etc. Esta migración del rural a la ciudad o villa u otros destinos con mejores posibilidades formativas, profesionales, asistenciales, sociales o económicas, no es reciente. Este constante movimiento comenzó hace más de un siglo con la emigración a América, posteriormente a Europa y otros destinos, entre ellos, a las ciudades más importantes de la geografía nacional.

Ciertos servicios públicos y privados, conscientes de este flujo imparable, se fueron adaptando concentrando los servicios a la población, tal como hicieron los sanitarios y veterinarios, la enseñanza, la Guardia Civil, Correos, Bomberos, la banca u otros. 

Creemos que llegó el momento de los concellos. Aun siendo conocedores de que existe cierto localismo por parte de algunos, oportunismo político por la de otros, los unos y los otros se pueden preguntar si en el siglo XXI, en la época del AVE, de las autovías, de las carreteras asfaltadas a todas las localidades, de Internet, etc. ¿es rentable un concello de 300 o 1.000 habitantes?.

Es probable que no sea muy popular una medida que ahorre alcaldes, concejales, secretarios, interventores, técnicos empleados municipales, pero sí es popular que el ahorro que esta medida conlleva, se podría utilizar en mejorar infraestructuras, comunicaciones, servicios sociales y un largo etcétera que mejoraría la vida de los habitantes del rural.

En un momento en que hay una enorme deuda pública y privada, en la que se le pide al ciudadano que apriete el cinturón y contribuya más para salir de una crisis que no tiene pinta de finalizar, en esta situación, podemos chocar con una clase política que solo mira su interés particular y/o partidario, porque ellos, por sí mismos, son incapaces de lograr notoriedad si no es a través de la política local.

En definitiva se trata de procurar una gestión municipal más eficaz con menor gasto, sin que repercuta negativamente en el ciudadano, reducir o terminar con los intereses de la deuda, evitar retrasos en el pago a proveedores y poner fin a una constante preocupación en el capítulo presupuestario local.