Las nuevas generaciones serán de fluido trasiego emigratorio y de inmigrantes -opinable-, con el mismo propósito de encontrar mejor medio de vida, donde quiera que sea. Sin trabas ni reparos, para trasladarse a países donde haya mejores ofertas para su ocupación. Para donde habrá medios de transporte muy asequible al alcance del bolsillo. Y no digamos los de comunicación, para estar al corriente en segundos de ofertas y peticiones de trabajo entre otros, de todo el mundo.
Para lo que los jóvenes se irán preparando. Y aun cuando nos duela decirlo, también para las crueles guerras y extremadas violencias de huelgas. Inconcebible a estas alturas, pero están ahí. Y vendrán otras.
Estas generaciones, pensando en una clase media o baja (los de casta vamos a dejarlos como ya hicieron siempre), disfrutaran más de la vida, viajarán más en vacaciones, tanto en nuestro país, como en todo el mundo. Hay mucho por explotar y por lo tanto trabajo a todos los niveles para vivir mejor, con menos horas de trabajo. Valiéndose de los medios técnicos sofisticados y mecánicos que se irán inventando, facilitando cada día mayor comodidad en la mano de obra para que todo lo hagan las máquinas, donde será valorado el personal técnico, cualificado y práctico. Hay que prepararse, estudiar.
Los gobiernos de turno tendrán que ir tomando muchas medidas para mantener una Seguridad Social eficiente y, no pocas para mantener y mejorar otros muchos servicios. Los políticos es hora de que no miren solo para sus votantes y traten de tener consensos para importantes y pequeñas obras, que tanto hacen falta, y no a capricho de algunos partidos, millonarias para salir en la foto que luego no llegan a usarse.
Los parados, en las mejores situaciones, siempre hubo y para que algunos de estos, que no “encajan”, los gobiernos debieran pensar -siempre opinable-, de ampliar algunas industrias estatales (con rendimiento) donde poder darles empleo, para que todos arrimemos el hombro. O bien asignarles una cuota para que puedan vivir, como al menos hace Norteamérica. Y no se dediquen a malas fechorías si queremos que no se multipliquen.
