Cartas al director

Cada cambio imperado, una nueva oportunidad...

Durante años he venido desarrollando (como todos) exactamente las mismas tareas por repetición en los mismos horarios, llegando a acomodarme. Los hábitos reiterados, cual autómata de una línea de produción, responden sin planificación previa, a una lista de autoprogramación diaria dentro de mi mente, (también de la tuya) de mi agenda y de un sin fin de recordatorios ya sea en papel o chivatos musicales.

Actividades, convencionalismos,  obligaciones y relaciones sociales del día a día, siempre bajo el yugo de las manecillas del tic-tac de un reloj, convertido hoy en digital en la pantalla de mi smartphone.

Y entonces... lo que hasta hoy conoces como "tu vida", por alguna circunstancia, capricho o no del destino, se frena en seco. Y sin dejar de pensar y no poder entender por qué te ha ocurrido a ti, pasas de realizar una serie de tareas por aprendizaje y por repetición en tu rutina conocida, a ya no poder desarrollarlas. Al menos en el momento presente. Y también sin conocer con certeza cuánto tiempo convivirá contigo esta nueva circunstancia impuesta por un capricho del destino.

Y de repente,  tienes que volver a aprender "todo" de nuevo y con tu nueva circunstancia, te guste o no, porque nadie te ha consultado sobre el cambio y te sientes frustradamente castigado por un ente superior (por acusar a alguien de tu desgracia). En medio de tu desorientación y lucha interna, curiosamente, nadie de tu entorno se atreve a asomarse mínimamente al vertiginoso cambio que has experimentado. Les da miedo. Tanto miedo como el que sientes tú ahora y que he sentido yo.

Cuando me refería líneas arriba, a reaprender "todo" , me refiero obviamente a  "todo". Desde reubicar tus biorritmos a intentar reconocerte, muchísimas veces sin éxito. Pasamos de ser auténticos autómatas a encontrarnos perdidos y desconocer como y hacia dónde tirar.

Desangelador, que tengas que experimentar un suceso determinante, normalmente con tintes trágicos, para equilibrar en una balanza de nuevo tu existencia. Entonces te das cuenta de que todo sigue y que incluso ha seguido mientras tú te has apartado de la sociedad, mientras intentabas comprender todo el proceso de cambio.

Hasta que llega el momento en que empiezas a tener claro que quieres volver a subirte de nuevo a ese tren  del que hace un tiempo te bajaron. Y así  intentar volver a empezar, aunque no sepas cómo hacerlo... entonces, sólo entonces estarás de nuevo en el camino. Ánimo

Dedicado a todas aquellas personas que atraviesan momentos difíciles.