Estos días están sucediendo cosas en Maceda que no pasan desapercibidas para los vecinos. Un concejal del PP se pasa al grupo de los no adscritos argumentando que se siente traicionado, defraudado por la amistad que mantenía con el regidor y que no consiente que no le cuenten la verdad. Lo que cabe pensar ahora es que si no se cuenta la verdad, hay mentiras, por lo tanto, ¿qué tipo de mentiras se han contado que los vecinos y vecinas de Maceda debemos saber? Estamos hablando de política y en política no cabe ni inocencia ni ignorancia a la hora de realizar los asuntos que nos atañen a todos los ciudadanos, pues un equipo de gobierno cuenta con personal técnico de la administración lo suficientemente cualificado para ayudar a resolver ese tipo de cuestiones. Un pueblo dormido es un pueblo muerto, y la capacidad de hacer preguntas incómodas forma parte de toda la oposición y de los vecinos que quieren saber a dónde van a parar los dineros de sus impuestos. Esto es lo que se llama masa crítica.
Algunas de esas cosas que están pasando se huelen en el ambiente de Maceda desde hace tiempo. Por ejemplo la subida del IBI en un 0,66 por la parte que corresponde al concello. Es cierto que la subida del IBI viene desde las políticas de Montoro, también es cierto que la vida sube y los salarios no están a la misma altura, pero si algo sabe el pueblo de Maceda es lo muy cabreado que está cuando llegan los recibos con carácter retroactivo por palleiras, galpones, piscinas y la subida en los recibos de las propiedades urbanas. El pueblo está enfadado porque hay que decir la verdad, y es que la comarca de Maceda está deprimida económicamente desde hace muchos años y no se han incentivado políticas para generar riqueza que traigan algún proceso industrial por pequeño que sea para el valle de Maceda; al contrario, hasta hace poco una empresa de fabricar persianas se fue para los polígonos industriales orensanos.
Con fiestas, y poniendo "pedriñas" no se mejora.
Hay trabajadores, parados, autónomos, gente joven que pone la esperanza en una comarca que cuando sufres sus inviernos y días de diario, te das cuenta de lo duro que es el rural. La humildad en los políticos es la asignatura pendiente, pensar en sus vecinos, en cómo viven su vida diaria; ¿y que sucede en Maceda?, subimos los sueldos de los mandatarios, como hemos podido comprobar hace poco en la relación de sueldos y su disponibilidad para alcaldes en Galicia. El regidor de Maceda, con una disponibilidad a tiempo completo, cobra 40.400 euros al año en una comunidad de 2.936 vecinos según la población de 2016; si a eso sumamos que la empresa más grande de la comarca es el Concello con aproximadamente 53 empleados, que se llevan la mitad del presuesto anual en sueldos, ¿qué nos queda para emprender, para llevar el día a día?
