En España tenemos elecciones generales el día 28 de abril. Según he leído en la prensa, Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, fue elegido con el 52% de los votos, en la actualidad la aceptación del pueblo portugués por él alcanza el 71%. ¿A qué es debida su popularidad? Sin duda alguna a que se declara católico por encima de todo y, como es coherente con la fe que profesa, su actuación política beneficia a los ciudadanos.
No olvidemos que la cultura europea y sus creencias religiosas son desde hace muchos siglos cristianas. Algo parecido ha ocurrido en el Brasil, que aunque no es una nación europea, es cristiana. Cuando han elegido al presidente que tiene actualmente, calificado de “extrema derecha”, sus votantes decían que lo que querían era que Brasil fuese como antes. Eso mismo parece que es lo que ocurre en Portugal. Y en España, ¿qué va a ocurrir en las próximas elecciones? A la mayoría de los ciudadanos españoles, les ocurre como a los portugueses y brasileños, que quieren que España vuelva a ser como antes, una sociedad donde la mayoría de los ciudadanos se declaraba católico, por supuesto que no era una sociedad perfecta que nunca existirá, pero sí muchísimo mejor que la situación que padecemos actualmente, la cual, en lugar de mejorar se deteriora continuamente. ¿Despertaremos de este letargo letal en el que estamos sumidos? De nosotros depende, pues somos libres y poseemos inteligencia y voluntad.
