Cartas al director

Desahogo

En enero de este año 2017, los hijos me llevaron a urgencias al hospital, no recuerdo nada, pero me curé. Lo tengo bien claro, si Dios no quería que muriese tenía que estar a su servicio. Tengo 81 años, por tanto no me queda mucho tiempo. Soy muy prolífico, lo comprendo, pero por experiencia propia puedo asegurar que el mayor bien que puede tener una persona es ser católico, creer en Cristo, Hijo de Dios y verdadero hombre, que siempre nos escucha, nos perdona, nos ayuda, nos alienta, nos da la esperanza, la paz y la certeza. No es nada relativo, es la seguridad de la felicidad que nos espera, si somos fieles, después de la muerte. Merece la pena. Perdón por este desahogo.