Cartas al director

Sin Cristo, el caos

El cristianismo no solamente son mandamientos y normas que nos dicen lo que debemos hacer y lo que tenemos que evitar, que sí lo es, pero sobre todo es un encuentro personal con Jesucristo el Hijo de Dios, que asume nuestra naturaleza humana y se hace como nosotros, con los mismos sentimientos y necesidades, tiene hambre, tiene sed, se cansa, llora, etc, pero sobre todo nos muestra el Amor que Dios nos tiene que nos envía a su propio Hijo para restablecer nuestra unión con Él, como existía en el principio, mediante su muerte en la Cruz.

Cuando se produce nuestro encuentro personal con Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, se experimenta un cambio radical en nuestra vida, nos convierte en hombres nuevos, ya nada tiene que ver el pasado, nuestros valores han cambiado radicalmente. Lo que sucede en la sociedad actual es totalmente irracional. Dios nos hizo inteligentes y con voluntad; sabemos distinguir entre el bien y el mal. Hemos desterrado el Cristianismo y lo hemos suplido con el materialismo. La insatisfacción de las personas es evidente, cosa natural pues hemos abandonado la vida espiritual, que es lo único que puede dar sentido y finalidad a nuestra vida. La sociedad nunca ha sido ni será perfecta, pues los humanos no lo somos, pero desde que hemos abandonado el Cristianismo de forma masiva el empeoramiento progresivo de la sociedad es realmente alarmante e imparable. Veamos brevemente algunos ejemplos de los males que actualmente nos afligen.

Según los últimos datos anuales oficiales, se han producido en España 110.000 abortos. Los matrimonios que permanecen unidos, menguan sin tregua. Pocos jóvenes quedan que no se hayan emborrachado y probado la droga. La violencia de género aumenta año tras año. Los actos violentos: asesinatos, atracos, peleas, etc. aumentan incesantemente. Podríamos seguir con esta letanía de calamidades pero creo que son suficientes. Cierto es que hay familias y juventud estupendas, pero desgraciadamente no es lo que más abunda. ¿Por qué no tratar de tener un encuentro personal con Cristo que es el mayor bien que la persona humana puede experimentar? Él, no nos condena, busca al pecador con todo cariño para darle su perdón y su paz, no todo está perdido. Él respeta nuestra libertad y sigue esperando pacientemente a que acudamos a Él.

Creo que los múltiples problemas que hoy afligen a la sociedad, para resolverlos, tendríamos que recuperar el cristianismo, viendo el caos a que nos ha conducido su abandono. (Antes la prensa tenía una sección dedicada a la religión; entiendo que la publicación de este escrito en esta sociedad democrática, podría beneficiar a la sociedad.)