Cartas al director

En petit comité

Me gustan las entrevistas impersonales que los medios de comunicación, de vez en cuando, consiguen hacer a nuestros políticos, como la que ha realizado Pablo Motos esta semana a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en "El Hormiguero". Las veo como una especie de terapia de diván. Con muy pocas preguntas, el invitado se desinhibe y se muestra tal cual.

A Soraya le vi desenvuelta en las distancias cortas. Al hablar de su día a día o de sus trivialidades, lo hizo con cercanía y jovialidad. Me sorprendió para bien. Que podía haberlo hecho para mal. Lo que hubiera supuesto un ridículo espantoso para sí misma y para su partido. Pero esto no sucedió.

Disiento, además, con aquellos que opinan que el baile que hizo al final de la entrevista estuvo desacertado. Yo bailo, tú bailas, él baila. Aquí todos bailamos. No se le puede juzgar a un político cuando se comporta como un ciudadano más.