Cartas al director

OBITUARIOS | Generosa Leiro: puerta siempre abierta

Ni quisiera, ni puedo, ni debo mejorar el obituario tan sentido y literariamente tan hermoso que le ha dedicado en estas páginas Avelino Muleiro a la recientemente fallecida Generosa Leiro Mosquera. Todo eso y mucho más era esta mujer que honra al magisterio como dan fe sus incontables alumnos.

Generosa era una casa con puertas siempre abiertas para los innumerables amigos suyos y de su encantadora familia. Gozaba cuando en de Santrós nos reuníamos para celebrar cualquier acontecimiento, también San Agustín en agosto.

Perteneció a una generación de maestros encarnados en los problemas del pueblo, cercanos a sus desvelos, inquietudes y problemas. Consejeros cercanos y asesores siempre prestos para ayudar. Incluso eran capaces de proponer e incentivar toda clase de vocaciones. Imagino que ahora, con los grupos escolares sucederá algo similar pero entonces vivían en sus escuelas unitarias en medio de los pueblos.

La diócesis ourensana, y lo he dicho muchas veces, tiene pendiente el deber de justicia de reconocer y homenajear a tantas familias levíticas como aquí existen Y en concreto a familiares que a lo largo de décadas se han dedicado fielmente a cuidar a los sacerdotes con mimo y constancia.

Un homenaje a muchas zonas que fueron semillero de vocaciones sacerdotales. Quisiera, sobre todo citar Cartelle, Cambeo, Arnoia y Parderrubias entre otras. Es un deber de justicia reconocerlo.

Y Generosa era una de esas personas que gozaba con tantos sacerdotes y religiosas que la visitaban. Para todos siempre una sonrisa, en todo momento el afecto, el cariño y la cercanía. Su casa estaba siempre abierta para todos.

Sin duda ese estilo lo había mamado de su santa madre María Mosquera Gil, la mítica maestra para Santrós, Cazarrancas y Longos. De ella me hablaba siempre mi inolvidable párroco y vecino de esa zona, Don Jesús Pousa. Doña María señaló un camino que fueron siguiendo sus hijos y su hermano castrense D. Agustín. Marcaron el área del entorno de Cea.

Descansa en paz Generosa y mi agradecimiento más sincero y sentido por tantas muestras de acogida, cercanía y servicio que siempre, con la misma sonrisa, nos dispensabas a todos cuantos de veras queremos a esa familia señera. Junto con su madre, su hermana carmelita y su esposo Modesto gozará, sin duda de la merecida paz, premio a su estilo de vida.