Domingo por la tarde. En mi habitación estoy leyendo La Región y escuchando la radio. Viene a mi mente el apogeo de la radio como entretenimiento doméstico, y no sólo por medio de información, estableciendo con el público que el cine recogió ávidamente con películas donde se retratan las ondas radiofónicas de manera cinematográficas.
Porque antes de que la televisión irrumpiera era la radio la encargada de luchar contra el aburrimiento en nuestros hogares acaparando nuestro ocio con sus hechizantes sonidos. Son muchos los largometrajes que este invento de la radio del italiano Marconi han protagonizado a lo largo de las películas del cine. No obstante la radio también ha sido fiel testigo de innumerables hechos históricos que han ido conformando la realidad de nuestros días, y obviamente, consuelo y entretenimiento de muchas personas desalentadas que sintonizaban programas de radio para evadirse de sus problemas.
Una película que me causó gran sensación fue “Historias de la radio” (1955), dirigida por José Luis Sáenz de Heredia, donde una emisora de radio se convierte en nexo de unión entre varias historias a través de sus programas con público en directo. Es un buenísimo filme, lleno de atmósfera y emotividad y con un reparto de actores de gran celebridad como Francisco Rabal, José Isbert, Tony Leblanc, Juanjo Menéndez, José Luis Ozores. Las tramas de los largometrajes se centran de una manera entrañable de los tiempos en que la radio era la reina suprema en la vida de muchas personas. Esto se ve claramente en la película inglesa “Radio On” (1979), donde un hombre (el actor David Beames), emprende un viaje con motivo de la muerte de su hermano. Para aliviar la monotonía y el aburrimiento del viaje en un día lluvioso cuenta con la música de la radio de su coche, con temas musicales de los cantantes David Bowie, Ian Dury, Robert Frip...
El filme “Días de radio” (1987), de Woody Allen, es un gran recuerdo, un homenaje, un espléndido repaso al mundo de la radio, cuando la radio alimentaba claramente la imaginación y la fantasía del público norteamericano. Gran interpretación en esa película de las actrices Mia Farrow y Diane Keaton, que repasan con toda habilidad el mundo radiofónico desde los seriales de aventuras, hasta la música y deportes. Curiosa filmación “La radio pirata” (1993), donde dos jóvenes intentan poner en marcha una emisora radiofónica. La radio como transmisora de palabras y música dan las imágenes a películas haciendo de sí una bella obra radiofónica fílmica. Con un guión extraordinariamente ingenioso y un ritmo en el que los efectos sonoros y sobre todo los intérpretes crean un fabuloso ambiente de nostalgia por el modernismo radiofónico. Y cuando se apaga la película, es porque se apaga también la radio.
